La ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha sido preguntada por el fracaso parlamentario que ha tenido el intento de reforma de la conocida como 'Ley mordaza'.
La en realidad denominada 'Ley de protección de la seguridad ciudadana', aprobada por el Gobierno Rajoy, había estado durante toda la legislatura pendiente de derogarse o reformarse a fondo, como compromiso del Gobierno ante la investidura de Pedro Sánchez e incluso antes, como parte de la confianza del resto de partidos para apoyar la moción de censura de Rajoy en 2018.
Lo que ha ocurrido es que Esquerra Republicana (ERC) y EH Bildu se han negado a apoyar la propuesta de reforma de la ley en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados. Ambos partidos, cuyos votos eran necesarios, han impedido que salga adelante al considerar que sólo incluía algunos retoques que eran insuficientes para ellos, tachándola de reforma "light", la cual habría mantenido los aspectos "más lesivos" de la misma.
Especialmente duro fue el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que denunció que hubieran seguido siendo legales las pelotas de goma por los policías antidisturbio o las devoluciones en caliente de inmigrantes en las fronteras. Mertxe Aizpurua de Bildu ha dicho lo mismo, que era una reforma light y que se mantenían los "aspectos más lesivos".
Sin embargo, el Gobierno, con la portavocía de la socialista Rodríguez, ha dado otra versión y consideró que ERC y Bildu han evitado que saliera adelante una reforma que hubiera sido clave para minimizar esta norma aprobada por el PP.
Además, esta visión tan optimista de Rodríguez sobre que había un acuerdo con Unidas Podemos no estaba tan claro por el lado morado. La líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, había pedido antes posponer la comisión de Interior para lograr un acuerdo con más reformas, criticando al PSOE por no hacerlo. Belarra culpó a los socialistas del previsible rechazo de los aliados parlamentarios, que finalmente se produjo.
La versión socialista
El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, por su parte, consideraba que eran "excusas" de ERC y Bildu para no reformar la controvertida ley, afirmando que "todo lo que hacía que la ley" fuera llamada despectivamente como "ley mordaza" estaba "acordado" para que cambiara.
Puso de ejemplo que se podía ya grabar a los policías en las manifestaciones, que dejaban de ser ilegales las protestas no autorizadas previamente por Interior o que ya no se podía retener a una persona hasta 6 horas para identificarla.
Sin embargo, reconocía que seguían permitidas las pelotas de goma porque "la ley no habla de artefactos empleados sino de protocolos y cómo se regulan". En cuanto a las polémicas devoluciones en caliente, explicó que era una cuestión que debía abordar la Ley de Extranjería y no esta ley de seguridad ciudadana.
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