Las largas esperas se han convertido en la tónica del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde los pasajeros enfrentan colas que superan la hora de duración.
Esta situación se ha visto agravada por el segundo día de huelga llevado a cabo por los vigilantes de seguridad en los controles para los embarques.
Desde el inicio de la protesta, los viajeros han experimentado retrasos significativos al intentar acceder a las zonas de facturación y control de seguridad.
La huelga, que busca reivindicar mejoras laborales y salariales, ha generado un impacto notable en la operativa del aeropuerto, uno de los más transitados de Europa.
Impacto en los pasajeros
Los afectados han expresado su frustración ante las demoras, que complican sus itinerarios y generan incertidumbre sobre sus vuelos. Las imágenes desde el aeropuerto muestran largas filas de personas esperando pacientemente, mientras el tiempo sigue corriendo.
A medida que avanza la huelga, las autoridades aeroportuarias y las empresas involucradas intentan encontrar soluciones para mitigar el impacto en los usuarios. Sin embargo, hasta el momento no se han logrado acuerdos que pongan fin a esta situación.
La Asociación Española de Consumidores exige que se agoten todas las vías de negociación para desconvocar la huelga y evitar que se siga perjudicando a los viajero.
La organización ha agradecido además a las aerolíneas la capacidad de reubicar a los pasajeros y los cambios de horarios que han realizado, recordando que la situación también les afecta.
Muchos de los pasajeros se han visto sorprendidos por la situación y han llegado a perder sus vuelos: "Yo nunca había visto esto. La cola para acceder a los controles de seguridad da la vuelta a la terminal", comenta un usuario en redes sociales.
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