"Son dos no malas, sino muy malas noticias, que yo creo que significan que algo se está haciendo no mal, sino muy mal en la Dirección Nacional del PP", sentenció Aguirre, que escenificó este jueves el salto cualitativo en la guerra del PP, donde pesos pesados como José María Anzar ("profundamente disgustado") Rodrigo Rato (que se niega a reunirse con Rajoy) o Juan Costa (a quien han propuesto se presente como alternativa) han dejado clara su postura.
Desde las agrupaciones del PP de Madrid ya
se pide sin tapujos que Rajoy y los suyos se marchen. Para el secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, "es un miserable quien dude de la rectitud de las intenciones y la calidad moral" de María San Gil. Juan José Güemes, fue incluso más allá durante el pleno de la Asamblea regional: " El desapego que han mostrado [San Gil y Lara] debe ser una llamada de atención, una señal de alerta de hacia donde debemos caminar".
Ese camino no es precisamente, para Aguirre y sus partidarios, el que quieren marcar Mariano Rajoy y Alberto Ruiz Gallardón para
ocupar el centro y arrebatar "el centro izquierda" al PSOE. Es más, aseguran que el núcleo del PP y sus votantes tienen muy claros los principios de "libertad, legalidad, solidaridad y lucha antiterrorista" que siempre han identificado a la formación. Eso, en lugar de "tomar prestados principios de otros partidos" o de pactar con los nacionalistas.
.jpg)
Preocupación creciente
El vicepresidente primero y mano derecha de Aguirre, Ignacio González, evidenció la ruptura y el desencuentro con la dirección nacional. "Sólo puedo sumarme a la preocupación por cómo se están gestionando determinadas situaciones en los últimos meses", dijo mirando más allá del abandono de la líder del PP vasco.
"Todo lo que se ha producido ha sido mal administrado, y se equivoca quien no piense que María San Gil no ha actuado con la camiseta del Partido Popular y defendiendo los valores que siempre ha defendido el PP. Esta es una situación que nadie entiende. La dirección nacional debe pensar en qué se ha hecho y que se está haciendo cuando personas como María están tomando estas decisiones", reclamó González en la misma línea que su compañero de partido, Gustavo de Arístegui, ha manifestado públicamente.
La línea de los críticos no se queda aquí. Para Esperanza Aguirre y su equipo, el liderazgo de Rajoy no es ni políticamente fuerte ni lo suficientemente integrador como para presentar un proyecto ganador que se oponga al Partido Socialista. Ignacio González cree que el PP no ha "tocado fondo", pero advierte que no ir de forma unida a por "la derrota de nuestros adversarios" es "una equivocación".
Candidatura o primarias
A pesar del desencuentro en las filas populares, Esperanza Aguirre y su equipo han dejado de hablar por el momento de una candidatura alternativa. De hecho, Ignacio González evita polemizar sobre la reunión que Rajoy y los alcaldes y presidentes de diputación populares mantendrán en Génova –con ágape incluido ofrecido en el Ayuntamiento de Madrid- en vísperas del Congreso Nacional de junio.
Salir en la foto con el líder del PP no es una prioridad para Aguirre, eso a pesar de que considera que merece tanta cuota de responsabilidad en el PP como se le pueda ofrecer a Gallardón. La enmienda para celebrar primarias o que la presión pueda con Rajoy es la tabla a la que la línea tradicional del partido se agarra en contra del viraje del partido.
Si (
No(
