Numerosos efectivos siguen trabajando por tierra y aire para intentar contener las llamas en el monte Arafo de la isla de Tenerife.
El incendio sigue avanzando y hasta 7.000 personas se han visto confinadas u obligadas a dejar sus pertenencias atrás y salir de sus casas a causa del fuego y el humo.
En total, 8 municipios se han visto afectados por el incendio (Arafo, Candelaria, La Orotava, El Rosario, Santa Úrsula, El Sauzal, Tacaronte y La Victoria), en cuyo dispositivo de extinción participan 17 medios aéreos y más de 370 efectivos. La estrategia adoptada es, entre otras cosas, defensiva para intentar que las llamas no alcancen las casas.
"Sientes impotencia porque no puedes hacer nada. Ves la casa donde has crecido, cierras la puerta y te tienes que ir", lamenta una vecina de la zona en declaraciones a 'TVE'.
Como ella, otros tantos se han tenido que ir corriendo de sus viviendas. "Mis padres sacaron lo esencial, algo de ropa, los papeles importantes y las medicinas", explica otra mujer.
Estos días es imposible dar la espalda al monte. "Vi unas llamaradas horribles", cuenta una residente de La Orotava, donde los vecinos han pasado su primera noche fuera de casa, "dejando atrás una puerta cerrada sin saber cuándo vas a volver", como ellos mismos dicen.
Tanto los ayuntamientos como la Cruz Roja Española han habilitado albergues, donde se ofrece asistencia psicológica y social ante una situación frustrante y dolorosa para los desalojados.
Algunos de estos espacios son el pabellón de El Chorrillo, en El Rosario; el pabellón Quiquirá, el polideportivo de La Perdoma y el pabellón de Los Salesianos, en La Orotava.
Cuentan con comida y materiales tanto para las personas como para sus mascotas, integrantes también de sus familias. Muchos desalojados permanecen fuera del edificio, con la inquietud de saber si podrán regresar a sus casas lo más pronto posible. Piden que acabe pronto este incendio, considerado el peor de los últimos 40 años en la isla.
Más de 3.700 hectáreas arrasadas
Entre lo que se observa desde el lugar y la inhabitual lluvia de cenizas, a los desalojados les sorprende la magnitud, el devenir y cercanía de un incendio que ya ha afectado a más de 3.700 hectáreas, al tiempo que piensan qué habrá ocasionado el fuego.
A pesar de todo, las conversaciones de los distintos grupos de familias siempre tienden a la alegría, se evita profundizar en la tristeza, para avanzar y dejar pasar el tiempo. Tratan, además, de centrarse en su propia seguridad y en no pensar en lo material.
"Lo importante es que estoy con mis hijos y mi marido, que están todos bien", dice con la voz temblorosa una de las afectadas en La Orotava.
Entre algunos vecinos de El Rosario, por ejemplo, hay expectación y esperanza ante una situación que parece "mejorar".
"Ha cambiado la dirección del viento y se respira algo mejor, el cielo está más despejado", dice un vecino en declaraciones al canal '24 horas'.
En las zonas de La Esperanza más alejadas de la masa forestal se ha levantado por fin el confinamiento, aunque Protección Civil ha pedido que limite la movilidad en vehículos a lo estrictamente necesario. La medida había afectado a 3.820 personas.
El avance de las llamas ha sido muy lento durante la noche, lo que ha permitido el trabajo eficaz del operativo contra el fuego. Sin embargo, las autoridades piden prudencia: las altas temperaturas y un cambio en el viento pueden volver a complicar la situación.
La Consejería de Medio Ambiente, además, está recomendando a los residentes en la zona afectada cerrar puertas y ventanas para, así, evitar posibles afecciones respiratorias por el humo.
Preocupa también el estado de los animales: más de 1.500 han tenido que ser desalojados por este incendio forestal.
Miguel Gómez, propietario de Cuadras Zamorano en El Rosario (Tenerife), ha visto sus instalaciones convertidas en una "mini arca de Noé" tras acoger a caballos, perros, gatos, conejos y cobayas de personas desalojadas. En su caso, no ha sido evacuado porque las cuadras están en el límite de El Rosario con La Laguna.
Lo más importante es que se ha preservado la vida de personas y animales "pero hay que reaccionar", apunta Gómez, que es impulsor de la recuperación de las vías pecuarias y caminos públicos en Canarias.
Por otro lado, el fuego ha afectado al canal de Aguamansa que suministra agua a la zona norte. Y la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha dicho que no se podrá acceder a solventar la avería hasta que el incendio forestal lo permita.
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