El líder de Más País, Íñigo Errejón, se sienta este viernes en el banquillo de los acusados tras la denuncia de un hombre que asegura que el político le pateó en el barrio madrileño de Lavapiés en 2021. Se le imputa un presunto delito de maltrato leve.
El diputado siempre ha negado tajantemente las acusaciones: "Yo doy un paso atrás y le aparto el brazo, porque me parece un poco ofensivo que alguien me diga 'venga rojillo, sácate una foto conmigo'", ha manifestado al juez.
Los hechos tuvieron lugar la noche electoral del pasado mayo de 2021 y según el político, el denunciante insistió múltiples veces para hacerse una foto, algo que ha reconocido que le "enfadó" y le incomodó, pero niega que le propinase la patada.
“Me acusaron de una mentira y hoy le pongo fin”, ha comentado Errejón a su llegada a los juzgados.
El denunciante se ratifica en su declaración
Por su parte, el hombre que ha denunciado a Errejón, ha vuelto a ratificarse en su declaración y ha destacado que desde lo ocurrido vive con "ansiedad". Ha aprovechado para aclarar, ante los calificativos del político, que él es "votante del PP, no de extrema derecha".
El delito del que se le acusa está penado con multas de 1 o 2 meses, aunque el diputado de Más País ha descartado dimitir por el momento ya que asegura que "está convencido" de que dice la verdad y que, por tanto, tiene la "certeza" de que el asunto se acabará ya.
La denuncia la presentó un hombre de 67 años de edad que alegó que el diputado le propinó una patada tras negarse a hacerse una foto con él, una versión que ha corroborado un testigo pero que Errejón niega y asegura que solo le apartó el brazo.
La juez que llevó la instrucción del caso decidió abrir diligencias tras analizar el atestado policial y la declaración del denunciante y su testigo, por lo que el asunto derivó en el juicio que se está celebrando.
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