Como subrayó la ministra de Economía y vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, el impuesto a la banca y a las energéticas "es una decisión tomada", por lo que el PSOE y Unidas Podemos han presentado hoy jueves en el Congreso de los Diputados la proposición de ley que fija los porcentajes de los nuevos gravámenes.
Según recoge RTVE, las directrices que plantea la coalición es que las comisiones bancarias tendrán un impuesto del 4,8% para las entidades que superen los 800 millones de beneficio. Una fórmula para evitar que las entidades cobren los nuevos impuestos a los clientes, han señalado desde el Ejecutivo, por eso el impuesto no irá en los beneficios, sino en los mecanismos que utilizan para obtenerlos como son las ya mencionadas comisiones, los márgenes o los intereses.
En cuanto a las empresas energéticas, se les ejecutará un impuesto del 1,2% a todas las que superen los 1.000 millones de facturación anual.
Temporales y extraordinarios
Como ha destacado el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, los nuevos impuestos a la banca y a las energéticas son "temporales y extraordinarios" para que la distribución de los recursos de España y las cargas estén repartidas de una forma más "justa".
Otro punto importante de la proposición de ley del Ejecutivo es que para evitar que estos nuevos gravámenes se pasen a los consumidores, habrá una multa del 150% para las entidades bancarias o empresas energéticas que traspasen dichos importes al usuario.
Con la inflación disparada, muchas empresas bancarias y de energía han visto cómo sus beneficios aumentaban en los últimos meses mientras los bolsillos de los ciudadanos han mermado, por lo que el Gobierno ha optado por repartir el sacrificio con estas nuevas tasas.
De momento estos nuevos gravámenes estarán vigentes en 2023 y 2024 y se pretende recaudar unos 2.000 millones anuales del sector energético y alrededor de 1.500 de las entidades bancarias.
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