Llamada al consenso y al reformismo en la presentación del libro de nuestro colaborador Gabriel Elorriaga

El título del libro que se presentaba era suficientemente elocuente: "España como solución"..., como solución frente a unos y a otros con signos ideológicos distintos y con unos movimientos asimétricos que pugnan, aparentemente, por destruir la unidad española. Ese título del libro de Gabriel Elorriaga evocaba no en escasa manera aquel "España sin problema" que Rafael Calvo Serer editó como contestación al "España como problema" defendido en pleno régimen de Franco por Pedro Laín Entralgo.

Quizá de aquella antigua polémica ha tomado Elorriaga el título del libro que ha sido presentado nada menos que en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados. El mismo salón donde se fraguaron tantos y tan grandes acuerdos políticos que hicieron posible una transición no traumática.

La presentación corrió a cargo del editor de la editorial Pigmalión, Basilio Rodríguez, y del presidente del Grupo Diariocrítico, Fernando Jáuregui, dado que el libro "España como solución" es una recopilación de los artículos que Elorriaga ha publicado en Diariocrítico.com en los últimos años.

En su intervención Jáuregui hizo mención a esos artículos, elogiando la figura "serena" del autor ("lo que es muy bueno en política, como en el periodismo, donde las formas son tan importantes como el fondo") y asegurando finalmente que "necesitamos contar con gente como Gabriel Elorriaga, gentes curadas de espanto".

Posada: "Poner en valor lo que nos une"

Ante un numeroso público asistente que abarrotaba el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso y sus pasillos adyacentes, el broche final lo puso el presidente del Congreso, Jesús Posada, antiguo compañero centrista del propio Elorriaga. Posada no pudo dejar de comparar este momento político-social que vivimos con aquel otro momento de la transición para afirmar que ambos se parecen, al menos, en dos cosas: que hay que salir adelante y que de este momento se saldrá, como de aquel de hace 35 años, a través del espíritu y del impulso reformista.

Posada insistió en su idea de que hoy "España necesita poner en valor lo que nos une" y afirmó, con una expresión que hizo gracia en el auditorio, que en estos momentos de crisis necesitamos "menos socorristas y más arquitectos"...

Sobre "incompetentes" y "corruptos"

Antes de la intervención de Posada, el autor del libro evocó sus trabajos como periodista en Diariocrítico.com y realizó una profunda reflexión sobre los males actuales de España y la necesidad de gente capacitada para sacarnos de esta crisis; una crisis de la que sólo saldremos, según Elorriaga, con un renovado espíritu reformista.
 

En su discurso, el autor de "España como solución" realizó una afirmación inicial que dejó huella en el auditorio. La frase textual es la siguiente: "Veo que la mal llamada clase política española no pasa por sus mejores momentos y decirlo precisamente aquí [el Congreso de los Diputados], es señalar que algo falla en nuestro sistema electoral, excesivamente rutinario y mecánico, para que auténticas vocaciones políticas escaseen en los listas partitocráticas y los más altos responsables de los partidos tengan que arrepentirse frecuentemente de haber promocionado incompetentes y, lo que es peor, corruptos".

La debilidad del Estado, un peligro para la democracia

Delante de Jesús Posada, su antiguo correligionario, que es también el prologuista del libro, Elorriaga hizo una apelación al consenso político, del que dijo que debe ser más bien la capacidad analítica a todos los sectores, pero como lo contrario al uniformismo comunista o del partido único.

En estos momentos cruciales de tensiones rupturistas, Elorriaga se mantuvo firme en que el futuro no podrá construirse sobre "una España convertida en 'Estaditos'", pero tampoco sobre una Europa "convertida en 'Estadazos'". En definitiva, que la Unión Europea nació para unir naciones, no para intervenir en rencillas de tribus: "La debilidad de un Estado es un peligro para la democracia y su fortaleza es la garantía del buen funcionamiento de un sistema de libertades", podría ser el corolario final.