Después de un fin de semana intenso en el seno de la CUP, lleno de votaciones y negociaciones, la formación anticapitalista ha anunciado que va a presentar una enmienda a la totalidad de los presupuestos del Govern catalán para 2022.
Una enmienda que obliga a que el actual Govern busque rápidamente otro apoyo para poder sacar adelante la partida presupuestaria planeada para 2022. Pero pese al anuncio de la CUP, la formación política no cierra la puerta a seguir negociando si los presupuestos pasan la primera criba con el apoyo de otro partido.
Según han informado, el veto a las cuentas ha sido avalado por el 63% de la formación, pero la negativa "se puede retirar" si se producen "cambios sustantivos" en el proyecto presupuestario, ha subrayado Eulàlia Reguant, diputada de la CUP.
Una "triple enmienda" al Gobierno catalán
Aunque las palabras de Reguant dan lugar a un posible futuro entendimiento y apoyo al Gobierno catalán, ha incidido en que las diferencias con el Ejecutivo son numerosas y de importancia.
La diputada ha explicado que el 'portazo' a los presupuestos catalanes es una triple enmienda: por la "normalización" en las relaciones con el Gobierno central, por la "insuficiencia" en las políticas de vivienda y sanidad y por las políticas sociales "sociodivergentes".
El Govern sigue apostando por estos presupuestos
Aunque la enmienda anunciada por la CUP complica la aprobación de las cuentas, el Govern no lo da todo por perdido y se ha mostrado dispuesto a hablar con más formaciones para sacar adelante las cuentas públicas, pues según ha aseverado el titular de Economía, Jaume Giró, la prioridad es que haya presupuestos nuevos en 2022.
El PSC o los comuns podrían encajar en la ecuación para conseguir los apoyos necesarios, aunque ambas formaciones ya han señalado que podrían negociar si se cambian algunas cuestiones del último borrador.
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