La estrategia para conseguir los apoyos necesarios para aprobar los Presupuestos de la Generalitat antes del mes de marzo se acelera. Se acabó presionar a Junts. Y desde este jueves, la consellera de Economía, Natàlia Mas, ha asegurado que "el Govern está abierto a todo el mundo" y que ya no hay "líneas rojas".
El ejecutivo catalán se ha reunido por segunda vez con todos los grupos parlamentarios y ha comenzado por el PSC. El mismo partido al que inicialmente se había relegado en las conversaciones, pero que ahora pasará por delante de Junts per Catalunya, con quien el Govern se reunirá el viernes.
El PSC se siente decepcionado
La portavoz adjunta del PSC en el Parlament, Alicia Romero, ha reprochado al Govern que no haya enviado a ningún representante político a la reunión que han mantenido este jueves.
Romero ha advertido que en este segundo encuentro les han vuelto a presentar "grandes cifras de Presupuesto sin entrar al por menor". Así que, el PSC insistió en que más allá de las manifestaciones apuntando la voluntad de negociar con ellos "son más importantes los hechos" y recordó que habían pedido que les enviaran la documentación de ingresos y gastos que permitan hacer su contrapropuesta.
Asimismo, la portavoz de los socialistas en la cámara catalana se mostró partidaria de la "prudencia fiscal" y advirtió de que consideran que "no es el momento de bajar impuestos" cuando lo más relevante es reforzar el estado del bienestar.
También indicó que sería un error subirlos ante un escenario de aumento de precios que están sufriendo empresas y familias. E intentó restar importancia al impacto de la propuesta de los comunes de grabar las rentas de más de 175.000 euros, porque "tampoco hay muchas".
Los 7 ejes de los comunes
La titular de Economía ha reconocido en declaraciones a Catalunya Ràdio que las conversaciones están "más avanzadas" con los comunes. Pero los morados han enmendado a Esquerra que la negociación "formal" por las cuentas comienza mañana, y alertan de que no darán un cheque en blanco, con el reclamo de que todavía hay margen en fiscalidad para validar los presupuestos.
La líder de En Comú Podem, Jèssica Albiach, explicó que han enviado al Gobierno un documento con 7 ejes.
Unas propuestas entre las que destacan: un escudo social de 1.000 millones de euros, la modificación del impuesto de viviendas vacías, un impuesto de solidaridad por las rentas de más de 175.000 euros y subir el impuesto de patrimonio. Y han alertado de que si no hay un acuerdo en diciembre será "difícil" que Catalunya tenga presupuestos.
No habrá rebaja de impuestos
Natàlia Mas alertaba, en su primera comparecencia parlamentaria como consejera de Economía, de que no tener nuevo presupuesto el próximo año supone perder 3.000 millones de euros de ingresos, un coste demasiado elevado.
Por eso, pedía a los partidos que pongan por delante de sus estrategias el beneficio del país, para conseguir unos presupuestos de consenso. Y lo que sí ha garantizado la consellera es que en ningún caso habrá rebaja ni eliminación de impuestos, como reclaman algunos grupos.
Eso sí, los 3 grupos con los que el ejecutivo ha abierto conversaciones, PSC, Comuns y Junts per Catalunya aprovecharon para recordar a la consejera la debilidad parlamentaria del ejecutivo para que busque complicidades para aprobar las cuentas.
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