Tras el acuerdo con EH Bildu, el Gobierno ya tiene los apoyos suficientes para aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023 en el Congreso.
A PSOE y Unidas Podemos ya sólo les queda cerrar el apoyo de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que como cada año, vende caros sus votos y apura los plazos hasta el final.
Sin embargo, sus votos ya no son necesarios con los que aporta el partido abertzale, por lo que está en el aire cualquier acuerdo con los republicanos catalanes.
ERC y sus 13 escaños serían la guinda final a esta fase de negociación de las cuentas públicas, pero ya no son necesarios.
Hasta ahora eran los más complicados de conseguir y formaban parte de un contexto superior, como la mesa de diálogo de Cataluña tras el procés soberanista.
Delito de malversación
Se entiende que el Gobierno seguirá adelante con la reforma del delito de sedición en el Código Penal, que ya estaba muy avanzada, y defendida políticamente tras comprometerse el presidente Pedro Sánchez y algunos d esus ministros.
Pero otro tema muy distinto será ahora el de la reforma del delito malversación, como también pedía ERC para dar su apoyo parlamentario.
Si el Gobierno ya ha tenido que pagar un alto coste político y social por ceder con la sedición, argumentando que era una reforma necesaria para equipararnos a las legislaciones europeas, hablar de la malversación será un tema mayor.
Varios barones socialistas, como los presidentes autonómicos Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Javier Lambán (Aragón) y Guillemo Fernández Vara (Extremadura), han presentado sus dudas y algunas quejas a Ferraz, donde manda Sánchez sin apenas discusión interna.
Qué dirá Esquerra
El Gobierno, consciente del terreno complicado en el que se metía con esta otra posible reforma legal, ha ido abandonado ese discurso sobre que estaba abierto a debatirlo. Los expertos avisan de posibles efectos indeseados que pudiera tener un cambio sobre malversación y que algunos condenados se vieran beneficiados.
Los aliados parlamentarios del Gobierno, que suelen alinearse con ERC en algunas cuestiones, incluso han aparcado el tema y puede que los catalanes se queden muy solos en este asunto. Sin ser relevante ya su voto a las cuentas, se da por hecho que la reforma quedará en el tintero.
Otra cosa es la mesa de diálogo de Cataluña, donde ERC 'manda', con Junts retirada de ella. Los republicanos no abandonarán del todo esta reivindicación y defenderán que financiar referéndums y consultas con la aprobación parlamentaria no debe ser delito de malversar fondos públicos.
Si (
No(
