Ayer lunes fue un día estelar para el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien presentó en Cádiz su 'Plan de Calidad Institucional', en la que pidió al PSOE que respete los resultados de la lista más votada en las próximas elecciones municipales, en mayo.
Después, participó en la clausura de la jornada parlamentaria 'Garantías del Estado de Derecho', organizada por el Grupo Popular en el Congreso. Allí volvió a sembrar dudas sobre la legitimidad del Gobierno, un reproche que se le ha hecho desde la izquierda en varias ocasiones, pero sobre lo que ha insistido.
Feijóo explicó que si bien "tenemos un Gobierno legítimo", reprochó sus "comportamientos", que "no lo son tanto". "El Ejecutivo lo admite al sortear reiteradamente los mecanismos de control institucionales y parlamentarios cuya misión es precisamente velar por la legitimidad”, aseguró el líder del PP.
También afirmó que la causa de la degradación institucional se debe “al propósito deliberado de romper el equilibrio de poderes en beneficio de un Gobierno insaciable, alérgico a los controles y a las críticas”.
Feijóo denunció que en la actualidad asistimos “a un mal disimulado intento de socavar instituciones fundamentales de nuestro ordenamiento y alterar los normales procesos legislativos” con el objetivo de “derribar todo aquello que el populismo o el independentismo consideran obstáculos para imponer su voluntad”. "Quienes impugnan nuestras instituciones sólo soportan los mecanismos de control cuando pueden ser convenientemente controlados y manipulados por ellos”, añadió.
Anomalías y 'sanchismo'
Además, el líder 'popular' calificaba de “anomalía” el comportamiento de los actuales líderes del PSOE ya que ninguna socialdemocracia europea ha asumido la hoja de ruta del populismo ni ha incorporado las pretensiones de quienes quieren fragmentar el Estado: “No hay nada similar en Europa ni existen precedentes en el socialismo español”.
Asimismo, recordó que, hasta la llegada del 'sanchismo', existía un espacio común en el que PP y PSOE desplegaban sus respectivos proyectos respetando el Poder Judicial, al Tribunal Constitucional y al proceso legislativo y, quienes impugnaban el sistema, estaban al margen de ese eje político que preservaba en el fondo y en la forma la democracia representativa.
Feijóo lamentó además que los “impugnadores” estén ahora en el Gobierno o sean sus socios predilectos, circunstancia que no se debe al respaldo mayoritario del pueblo español sino “exclusivamente” a la complicidad del PSOE. Por ello puso en valor su Plan de Calidad Institucional que presentaba horas antes en Cádiz, que dijo tener el objetivo de "revitalizar y proteger nuestras instituciones" y que “vamos a cumplir punto por punto si los ciudadanos nos dan su respaldo".
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