Continúa la polémica por los debates electorales de cara al 28 de abril, después de que el presidente del Gobierno haya decidido finalmente acudir al debate a cuatro de TVE, después de que la Junta Electoral suspendiera el debate a cinco de Atresmedia, que incluía a Vox. Ante la imposibilidad de celebrar un debate a cinco, Sánchez ha optado por la cadena pública, aunque desde Moncloa defienden su postura de celebrar un debate con el partido de extrema derecha.
La ministra de Educación y Portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha explicado que el presidente Pedro Sánchez aceptó un debate electoral a cinco en una televisión privada porque se quería incluir a Vox, al entender que es "un factor determinante" según las encuestas en esta campaña y que tiene "visibilidad".
"El Gobierno respeta absolutamente la decisión de la Junta Electoral Central. En cualquier caso, son los Comités Electorales de los partidos los que evalúan y deciden, dónde y cómo quieren debatir, en ausencia de regulación. El debate a cinco añadía un factor que está teniendo mucha visibilidad, como era Vox, y en ausencia de ese factor, obviamente la televisión pública prima sobre cualquier otra oferta de debate"; ha explicado Celaá.
Al rechazar este formato la Junta Electoral Central, el Gobierno apuesta por la televisión pública, "que es de todos", ya que en ambas cadenas se celebrará un debate a cuatro. Mientras TVE baraja el 22 o el 23 de abril como fecha para el debate, Atresmedia mantiene el suyo, fijado para el 23 de abril, y al que han confirmado su asistencia los líderes del PP, Unidas Podemos y Cs, Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera.
La cadena privada mantiene su invitación al presidente del Gobierno, a pesar de que al inicio de la campaña, el Comité Electoral del partido anunció que solo participaría en un debate, rechazando también el formato 'cara a cara' que le exige Casado.