Muchas dudas en una izquierda que está en horas bajas en España. El experimento de Yolanda Díaz con Sumar le salió mal en 2023, tanto en las autonómicas como en las generales, y las cosas no andan mejor más de 2 años después.
Todas las encuestas pronostican un fuerte descenso de votos en caso de tener que acudir a las urnas en una nueva convocatoria electoral, y la ruptura con Podemos complica más las cosas en algunas circunscripciones, sobre todo en Madrid, el gran bastión de la izquierda junto a Cataluña y Comunidad Valenciana.
Por eso, toca plantear estrategias en caso de un final inesperado de la legislatura si cae Pedro Sánchez por la falta de apoyo de Junts, que ya ha dicho que no permitirá la aprobación de los Presupuestos de 2026.
Izquierda Unida pide una "candidatura unitaria"
La primera opción, ante el silencio de Yolanda Díaz, la ha planteado de nuevo coordinador general de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, porque no es la primera vez que se manifiesta en esta línea.
Maíllo propone una "candidatura unitaria" que agrupará a los partidos situados a la izquierda del PSOE, incluso con Podemos. A los morados les envía un mensaje claro: "Quien no se ponga de acuerdo va a ser borrado por la izquierda". También avisa que el partido que busque una aventura en solitario y no unirse en una lista conjunta terminará por "suicidarse políticamente".
El referente está claro: Francia. En el país vecino, muchas veces inevitable referente democrático por su pasado revolucionario y pionero, la izquierda dio un paso al frente y se presentó en una misma candidatura global, liderada por Jean-Luc Mélenchon, el Nuevo Frente Popular (NFP). Incluso se llegó a concurrir en las listas con los socialistas, algo impensable hace décadas por la ruptura dialéctica entre postcomunistas y socialdemócratas. Es cierto que ahora las cosas están mal y ya no hay relación, de nuevo, con el Partido Socialista Francés, pero se ganaron las elecciones legislativas con una apuesta de órdago.
La otra alternativa... abrazar al PSOE
Pero el silencio de Díaz inquieta a IU y parece que la vicepresidenta podría estar pensando en otra salida. Sabe que Sumar tiene un potencial limitado y que el experimiento no ha salido del todo bien, así que no duda en abrazar al PSOE si es necesario.
Según aseguraba ayer 'El Confidencial', la formación rosa se plantea concurrir en una lista conjunta con el PSOE en más de 30 provincias para hacer más daño al PP y restar varios escaños.
En Sumar saben que no hay posibilidad de obtener escaño en algunas circunscripciones rurales y de pocos escaños, donde tradicionalmente todo va a PP o PSOE, y prefieren aportar votos a los socialistas a cambio de alguna contraprestación parlamentaria en lugar de competir y permitir a la derecha ampliar sus filas de diputados.
Un movimiento puramente táctico y no ideológico, porque supone renunciar a sus postulados a cambio de un bien que se considera superior: evitar una mayoría absoluta de Feijóo y sus aliados de ultraderecha. Sumar sabe que la izquierda tradicional ha perdido el campo y las provincias, y sólo aspiraría a presentar lista propia en Madrid, las 4 circunscripciones catalanas o las 3 valencianas, entre alguna más que se valore.
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