Cataluña está "al borde de un enfrentamiento civil". Así lo ha afirmado el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrel, para lamentar la falta de un interlocutor que acepte el marco del diálogo legal para llevar la situación política a buen cauce.
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha lamentado que el ex vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras no esté en condiciones de participar en el debate político en Cataluña porque considera que "eso contribuiría a rebajar la tensión de una sociedad que está al borde de un enfrentamiento civil".
Así se expresó Borrell entrevistado por Ana Pastor en 'La Sexta', si bien matizó que "corresponde a los tribunales administrar la situación de los políticos presos".
El titular de Exteriores, descrito como un "un buen faro" para seguir la política catalana por la portavoz del ejecutivo, fue un nombramiento muy criticado por los nacionalistas al entender que no contribuía a frenar la escalada de tensión por sus palabras sobre la necesidad de "desinfectar", antes de coser, las heridas de la sociedad catalana porque si no "se pudren". Sobre esta cuestión, Borrell quiso rebajar la polémica cambiando el verbo por "curar" y negando en ningún caso hubiera querido referirse a la necesidad de "desinfectar a los catalanes o a Cataluña".
Por otro lado, Borrell prometió trabajar para llevar al exterior una imagen de España que contrarreste "la leyenda negra" que publicitan los nacionalistas y les recomendó que "la próxima vez que jueguen al póquer, que jueguen con garbanzos", en alusión a las palabras de la ex consellera Clara Ponsatí quien confesó que habrían "ido de farol" con el tema de la independencia.
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