La vía del referéndum pactado y no la vía unilateral ha generado malestar en el pacto de gobierno en Cataluña, formado por Esquerra y JuntsxCat. Tanto que tras la manifestación por parte de Junts de que estaban dispuestos a presentar una moción de confianza en el Parlament, el president Pere Aragonès ha reaccionado pidiendo una reunión urgente.
El máximo mandatario catalán ha suspendido su agenda oficial para convocar a su partido, Esquerra Republicana (ERC), y a sus socios de Junts, a una reunión extraordinaria.
La cita será a las 17:00 de la tarde de hoy y se interpreta como un rechazo en plano de Aragonès a cualquier presión de Junts sobre la estabilidad del pacto de gobierno.
¿Qué ha ocurrido?
Junts, que no ha ocultado desde 2017 su posición más radical a la hora de afrontar el objetivo soberanista, ha provocado un choque entre socios al amenazar al president con una cuestión de confianza si éste no cumple con su acuerdo de gobierno.
En su turno de contrarréplica a Aragonès en el debate de política general en el Parlament, el líder de JxCat en el Parlament, Albert Batet, le planteó la posibilidad de una cuestión de confianza en la cámara catalana si no ofrecía "garantías y concreción" de que cumplirá el acuerdo de gobierno que sellaron en 2021.
"¿Cómo podemos confiar ahora en una nueva propuesta si no se cumple el acuerdo que facilitó su investidura?", se preguntó Batet.
Junts planteaba 3 puntos innegociables: reactivar el procés, unidad de acción y discurso en Madrid y negociar la amnistía y autodeterminación en la mesa de diálogo con el Estado.
La respuesta de Aragonès fue clara: dijo estar "dispuesto a avanzar en estos 3 ámbitos", pero "adecuándolos a resultados razonables"
Lo que dijo Aragonès
El president catalán anunciaba ayer martes que propondrá "un acuerdo de claridad al Estado, que identifique cuándo y cómo Cataluña puede volver a ejercer el derecho a decidir, como han hecho Canadá y Quebec".
Lo explicaba así durante su intervención de apertura en el segundo debate sobre la orientación política general del Govern, que se celebra en el Parlament y donde ha detallado que quiere hacerlo “recogiendo el máximo apoyo y complicidad de la sociedad catalana, porque cuanto mayor sea el consenso, más fuerza tendremos para defender la posición de Catalunya frente al Estado, mayor fuerza y más legitimidad tendremos a ojos de la comunidad internacional”.
Aragonès enterraba así simbólicamente la vieja hacha de la vía unilateral, la que se acometió en 2017 con el consabido trágico final en los tribunales y la suspensión de la autonomía catalana por parte del Estado. Eso sí, elegía la vía quebequesa-canadiense en lugar de la escocesa, país que también pactó con el Estado británico el referéndum fallido de 2014.
El president catalán se mostró convencido de que ésta es la vía “más rápida y más eficaz para volver a votar, porque parte de los aprendizajes de otoño de 2017 y supera las dificultades que no nos permitieron ser independientes hace 5 años", así como también lo es “para hacer un referéndum efectivo que permita traducir la decisión de la ciudadanía en consecuencias políticas”.
Propuesta inclusiva
Durante su discurso, Aragonès ha invitado a todo el mundo a sumarse, dejando claro que se trata de una propuesta "inclusiva" dirigida a todos los demócratas, "sean o no independentistas". Y que para llevarla a cabo “hay que abrir un debate con el conjunto de la sociedad para construir las bases del Acuerdo”, que ofrezca garantías democráticas a todo el mundo, “unifique criterios y establezca las condiciones para poder hacer el referéndum efectivo donde todo el mundo se sienta incluido y acepte el resultado”.
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