Guerras que estaban superadas entre la izquierda, con el famoso pacto o acuerdo de los botellines de Podemos e Izquierda Unida en 2016, entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón, vuelven a la carga.
Ha tenido que ser por el surgimiento de Sumar, el proyecto político de Yolanda Díaz, que de nuevo los distintos sectores de la izquierda nacional vuelva a la división total.
El motivo ya se conoce de sobra: Podemos quiere seguir siendo el partido hegemónico y tener más presencia en las listas que el resto de formaciones si finalmente acepta integrarse en Sumar para tener una papeleta única de la izquierda en las urnas. Pero IU y Sumar no están por la labor y quieren que Díaz tenga todo el control para cambiar de aires y mejorar la imagen pública.
La realidad es la que es: cuando pese al empuje ciudadano del movimiento 15-M en 2011 la izquierda tradicional no consiguió despegar, hubo un partido nuevo que sí logró irrumpir con fuerza: Podemos. Pero el partido de Pablo Iglesias se ha ido deshaciendo en estos años, como un azucarillo.
Unidas Podemos
Unidas Podemos, la coalición entre IU y Podemos, se llegó en 2016 al famoso pacto de los botellines, llamado así porque Iglesias y Garzón sellaron el acuerdo tomando unos botellines de cerveza por el centro de Madrid, con la famosa imagen de Íñigo Errejón apartado de la foto, disgustado por llegar a un pacto con la vieja izquierda post-comunista, representada por IU.
Pero ahora ese proyecto de Unidas Podemos está de capa caída: de los 71 escaños logrados en 2016 se pasó a 35 en 2019, y actualmente las perspectivas electorales, con esa marca electoral, apenas da para renovar unos 30 escaños. Sin embargo, ahí surge la figura de Yolanda Díaz. La vicepresidenta segunda del Gobierno tiene tirón y se calcula que su proyecto Sumar sí podría despertar ilusión y lograr, se calcula, un mínimo de 50 diputados. El PSOE, claro, está encantado, porque sabe que con Díaz se puede entender mejor como futuro posible socio de Ejecutivo, si es que salen las cuentas, puesto que con Podemos las relaciones son explosivas.
Iglesias contra Garzón
Pero después surgió el conflicto entre Podemos y Sumar-IU. Nada gusta a los 'morados' que se hayan integrado también en este proyecto, y que hayan sido recibidos con los brazos abiertos, los compañeros de Más País, el partido 'errejonista' que viene de una ruptura interna y la salida de los disidentes de Iglesias.
El colmo ha sido la negociación para la elaboración de las listas. Podemos sólo acepta integrarse en Sumar y perder su marca electoral a cambio de tener más presencia en las listas, copando los primeros puestos, y someter en todo caso este asunto a las 'urnas', con primarias abiertas. Algo que en Sumar ni entienden ni están por la labor, porque el potencial censo está más que en entredicho.
El líder de IU y ministro de Consumo, Alberto Garzón, irrumpía ayer para pedir ya un acuerdo y que Podemos acepte la integración bajo la tutela de Díaz, una figura que pone en alza. También acusaba a los morados de posturas "egocéntricas" y de filtrar los problemas en las negociaciones y perjudicar con ello el clima de entendimiento. Pero horas después, Iglesias explotaba: acusó a Garzón de querer seguir pisando moqueta y ocupar cargos públicos y un escaño a cambio de ceder a todo lo que pida Díaz.
"Yolanda y Sumar tienen derecho a llegar a acuerdos con los partidos que quieran, pero es razonable que Podemos diga que garantices que hay un acuerdo sobre metodología interna y a partir de ahí podemos encontrar el marco para participar", explicó Iglesias en la tertulia de 'Agora 25' de la 'SER', donde participa semanalmente.
Sobre Garzón, comentó: "No es responsable por parte de Garzón atracar a compañeros. Creo que en un contexto como éste tenemos que ser serios y no decir que no te importan las listas cuando llevas más de 10 años siendo cargo público. Supongo que querrá seguir siéndolo. Compañero, no me digas que no te gustan las listas que tú has peleado tener a gente de tu partido en las listas conmigo. Ya está bien de tomar a la gente por tonta. Hay que ser respetuoso con la gente y que hay una formación que exige menos de lo que está exigiendo tú".
El domingo 2 de abril, en Madrid, Díaz tiene listo un acto en el que se espera dar el salto y confirmar el nacimiento de un proyecto nacional de izquierdas. Parece que se apuntarán todos menos Podemos.
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