La vicepresidenta de la Generalitat valenciana, Mónica Oltra, se ha negado a dimitir y en una rueda de prensa ha dado explicaciones tras quedar imputada por el presunto encubrimiento de su ex marido en un caso de abusos a una menor.
Oltra ha considerado que no hay pruebas contra ella y que así se menciona en el auto del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJV). Además, afirmó que el caso contra ella es una "cacería de la extrema derecha" en los tribunales y que saldrá bienparada: "Esta gente no puede ganar".
La vicepresidenta valenciana y líder de Compromís tendrá que declarar el 6 de julio en calidad de imputada, pero consideró que no tenía que renunciar porque las acusaciones contra ella. Lo hace como "postura ética, estética y política", no como "postura personal". "Soy coherente y lo seguiré siendo", defendió.
En cuanto a la postura de su 'jefe' de coalición, el socialista Ximo Puig, presidente autonómico, aseguró no haber hablado de la cuestión con él y se negó a que se pueda comparar su caso con el del ex president Francisco Camps, a quien ella exigía su dimisión cuando estuvo imputado.
Argumentaciones a favor
Argumentó que "cualquier comparación con el comportamiento corrupto del PP es odiosa" y considera que ella ha actuado "con total transparencia y lealtad parlamentaria". Además, cree que ha dado explicaciones y que esta imputación no tiene nada que ver con los reglamentos éticos de su formación.
Oltra basó su argumentación en que el mencionado auto de imputación se expresa que "no existe prueba directa" contra ella y que todo se basa en indicios y las partes personadas contra ella.
Recordó, por otra parte, que no es la primera vez que es imputada por el TSJV, porque en el pasado lo fue por defender el barrio residencial de El Cabanyal‑El Canyamelar y el patrimonio histórico: "Mi trayectoria se basa en oponerme a las injusticias".
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