La polémica por la ley del 'solo sí es sí' continúa cuando estamos a punto de entrar en la semana clave para su reforma. Los socios del Gobierno siguen sin acuerdo y el próximo jueves se vota la reforma propuesta por el PSOE. Ahora el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido perdón a las víctimas de agresores sexuales que se han visto beneficiados por la ley.
Después de que Podemos siguiera criticando la reforma propuesta por el PSOE, Sánchez ha decidido salir a la palestra y ha comentado que "la ley del 'solo sí es sí' es una buena ley, pero se ha provocado un efecto indeseado que hay que resolver y si hay que pedir perdón a las víctimas, yo pido perdón por estos efectos indeseados. Ningún diputado, incluso de los grupos parlamentarios que hayan votado en contra de la ley, está de acuerdo con rebajar las penas a los agresores sexuales", en una entrevista en el periódico 'El Correo'.
La ley se someterá al trámite de la votación el jueves tras pasar por la Comisión de Igualdad del Congreso para debatir si se incluyen en el texto las enmiendas planteadas por los diferentes grupos políticos, incluidas las de Podemos, principal impulsor de la ley. El pasado 6 de febrero, el PSOE decidió registrar en solitario una propuesta para modificar la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual después de no conseguir llegar a un pacto con sus socios de Gobierno para tratar de solucionar los efectos indeseados de la norma, cuya aplicación ha llevado consigo la revisión a la baja de penas y la excarcelación de algunos agresores sexuales.
Sánchez también ha remarcado que la ley es buena y "nos sitúa a la vanguardia de la protección de las víctimas de violencia sexual en un plano integral" y ha concluido en que corregirán los "efectos indeseados". "Además, esas excarcelaciones no son definitivas, aún pueden ser recurridas", ha dicho, defendiendo que la propuesta de reforma del PSOE quiere dejar el elemento central de la ley, que es el consentimiento, "pero desde el punto de vista jurídico-técnico hay que dar una respuesta técnica a estos efectos indeseados".
El escollo del consentimiento
La propuesta de reforma se admitió a trámite gracias al voto favorable del PP y contando con el rechazo de Unidas Podemos, que considera que el planteamiento del PSOE desplazaba el consentimiento del centro de la ley al sugerir la creación de un subtipo agravado dentro del delito de agresión sexual para que las penas fueran más elevadas si hubiera violencia e intimidación. Tras haberse ampliado el plazo de enmiendas en dos ocasiones, y pese al intento de un acuerdo en el seno del Gobierno, finalmente la semana pasada la formación morada decidió presentar sus propuestas para modificar el texto de los socialistas.
En esas enmiendas, Unidas Podemos propone que la violencia e intimidación sean circunstancias agravantes, y que la agresión sexual se defina únicamente sobre la base de la falta de consentimiento. También suben las penas si la agresión la perpetra una "persona allegada a la víctima", ampliando la circunstancia de parentesco y convivencia que aparecía en la norma original, y, además, si la voluntad de la persona agredida es anulada "por cualquier medio", y no usando fármacos, drogas u otras sustancias.
Este planteamiento es muy parecido a las enmiendas propuestas por ERC y Bildu, que han defendido retirar los términos de violencia e intimidación como centrales en el tipo penal de agresión sexual, sumando el elemento de anulación de la voluntad de la víctima para no "desplazar el consentimiento como el elemento definidor entre una relación sexual consentida y una agresión sexual".
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