El PNV ha comunicado a Iñigo Urkullu que no va a repetir como candidato a lehendakari en las próximas elecciones vascas, que todavía no tienen fecha y que dependen, precisamente, del calendario que tiene que fijar el propio Urkullu, como actual lehendakari. El Euzkadi Buru Batzar de Andoni Ortuzar ha decidido cambiar el paso tras dos convocatorias electorales a la baja, con la amenaza de una posible derrota ante EH Bildu y un desgaste de gestión que ha visto huelgas o críticas a la Sanidad pública.
Urkullu llegó a Ajuria Enea en 2012 y podría haber sido el lehendakari más longevo en la democracia. Fue el que recuperó el poder para el PNV después de la etapa de Patxi López y ganó en las urnas también en 2016 y 2020. Su mandato ha estado marcado por una impronta muy personal y la tranquilidad como bandera. El PNV se encuentra ahora con un debate sucesorio que no existía y en el que no hay ningún nombre claro como alternativa, aunque el partido siempre ha presumido de su extenso banquillo. En las pasadas elecciones municipales y forales ya hubo apuestas similares con diferente éxito y con una clara intención de feminización de las candidaturas. En Euskadi nunca una mujer ha sido lehendakari.
En un comunicado escueto, el PNV ha dicho que "el Euzkadi Buru Batzar no ha dado inicio aún al proceso para la configuración de las candidaturas con las que concurrirá a las próximas elecciones vascas". "Está previsto que la Ejecutiva nacional 'jeltzale' aborde este asunto en la reunión que celebrará el próximo lunes, 27 de noviembre. Hasta entonces, el EBB no entrará a valorar informaciones periodísticas. Fiel a su costumbre, el EBB informará oportuna y puntualmente del inicio del citado proceso", han alegado estas fuentes.
El PNV no contempla primarias pero sí que tiene algo parecido. Se trata de votaciones a doble vuelta disputadas en todos los 'batzokis'. En esas asambleas se vota la candidatura propuesta por el partido pero también se abre a que aparezcan candidaturas alternativas de las bases, aunque no suele ser habitual.
Urkullu no había desvelado todavía sus intenciones para la fecha de las elecciones y dejó caer que se celebrarían junto a las europeas el 9 de junio. Una propuesta con la boca pequeña que líderes del PNV, como Itxaso Atutxa, se apresuraron a desmentir. La líder del PNV en Vizcaya apostó por celebrar los comicios en marzo en unas declaraciones a la televisión vasca hechas mientras Urkullu estaba de viaje en Japón.
La sustitución de Urkullu como candidato acaba con una legislatura en la que PNV y PSOE vasco tienen pendiente aprobar leyes como la de Educación y los presupuestos de 2024. El próximo lunes, además, Arnaldo Otegi comunicará a la Mesa Política de EH Bildu, principal rival del PNV en las próximas elecciones, si acepta o no ser candidato en 2024. Según sus últimas manifestaciones, Otegi ha subrayado su intención de seguir al frente de EH Bildu los próximos 4 años autodescartándose 'de facto' como candidato a lehendakari.
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