Aunque hace mucho que las campañas electorales transcurren con relativa normalidad y absoluta seguridad, la irrupción de Vox en la política cambió las cosas hace unos años.
Como ejemplo, lo ocurrido este domingo en un mitin de su dirigente Ignacio Garriga en Badalona, en el que unos activistas LGTBI quisieron lucir banderas arcoíris y hubo una dura contestación.
De manera algo controvertida, Garriga interrumpió el acto para enfrentarse a ellos: "Voy a interrumpir este mitin y voy a contar los metros que tengo hasta esta gente, hasta que las fuerzas y cuerpos de seguridad no desalojen".
Imitando palabras que ya había pronunciado Santiago Abascal en anteriores campañas electorales, Garriga se enfadó con los Mossos d'Esquadra al considerar que no estaban haciendo suficiente para impedir que estos activistas LGTBI no protestaran frente a él en pleno mitin, y forzó el enfrentamiento.
Estos manifestantes estaban situados a tan sólo unos metros de Garriga, pero siempre fuera de la zona de seguridad y reservada para el mitin, respetando la línea marcada. De ahí que muchos consideren que el dirigente ultraderechista forzó la polémica para enfrentarse a los activistas.
Al hacer este movimiento Garriga, hubo claros momentos de tensión cuando Garriga, escoltas personales y simpatizantes de Vox se encararon contra los manifestantes ajenos al acto, pero los Mossos mediaron para impedir un choque que hubiera sido fatal.
"Aquí no hay libertad política", lamentó Garriga, que continuó quejándose: "Es absolutamente intolerable que no se disuelva una manifestación ilegal a tan solo 5 metros de un mitin político".
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