Primer comienzo de curso con la Ley contra las novatadas en vigor

La Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Asociación de Colegios Mayores de Madrid han presentado un año más la campaña 'Contra las novatadas y en pro de la integración', un proyecto en el que ambas instituciones trabajan conjuntamente con el objetivo de visibilizar el rechazo a las novatadas y eliminarlas de las instituciones.

El acto ha tenido lugar en el Jardín Botánico de la Ciudad Universitaria donde han estado presentes representantes del Ayuntamiento de Madrid, de la Policía Municipal y de Madrid Salud.

La iniciativa pretende combatir los 'ritos iniciáticos' a los que se enfrentan los nuevos universitarios de las residencias y colegios mayores de cara a la apertura del nuevo curso académico 2022/2023. Además, el mensaje de la campaña se centrará en la unidad de acción bajo el marco de la Ley de Convivencia Universitaria que entró en vigor el pasado 25 de febrero. La norma considera como falta muy grave las novatadas y llevarlas a cabo puede penarse con hasta tres años de expulsión de la universidad.

A pesar de las consecuencias que pueden acarrear estas pruebas, año tras año se repiten y cada vez se desvinculan más de meras acciones festivas. Desde castigos físicos hasta insultos y vejaciones, así se aprovechan de los recién llegados los veteranos, apoyándose en cantidades ingentes de alcohol para convencer a los novatos de que lleven a cabo estos retos.

Ni diversión, ni tradición, ni integración

Muchos estudiantes perciben las novatadas como una forma de pasarlo bien y de conocer gente los primeros días de universidad. Sin embargo, en más de una ocasión estos ritos de iniciación han acabado mal. Algunos consideran que son una forma de integrar a los recién llegados, y así es en gran parte de los casos, pero también esconden intenciones perversas que degeneran en prácticas que pueden poner en peligro la vida de estos jóvenes.

“A los chicos les realizaban castigos físicos, mucho más duros y a las chicas más psicológicos”, explica una estudiante víctima de novatadas. Independientemente de si son físicos o psicológicos, ambos coinciden en que tienen como finalidad humillar a los novatos. “Los veteranos se aprovechan de su posición de superioridad para conseguir que hagas lo que ellos quieren”, indica un joven que residía en un colegio mayor.

Víctimas de estas novatadas aseguran que “no tienes por qué hacerlo si no quieres”, pero te hacen sentir “como si fueses parte del rebaño porque lo hace todo el mundo”. Además de acceder a estas pruebas por esa necesidad de integrarse, los recién llegados de colegios mayores y residencias de estudiantes se ven abocados a ello por miedo a los castigos que pueda conllevar no hacer lo que les indican. “No te obligan, pero si no lo haces te castigan con ir a rellenar la jarra de agua durante la cena”, relata un usuario de Twitter. Los veteranos se toman la justicia por su mano y pueden llegar a convertir la estancia de los novatos en una verdadera pesadilla, “entraban a nuestra habitación y nos sacaban las cosas de los armarios, lo dejaban todo tirado en el suelo”,cuenta una usuaria de estas residencias, “si seguías sin hacer lo que te decían te marginaban en el comedor”, añade.

Entre los relatos de novatos que han sucumbido a estas pruebas hay de todo. Una de estas universitarias asegura que no le obligaron nunca a nada pero le hicieron meterse en la ducha para echarle cosas por encima, huevos por ejemplo. “Te llevaban a una habitación, te tenías que subir en una silla y te ponías con una mano en la frente, tenías que gritar tu nombre, lo que ibas a estudiar y de dónde venías”, relata la joven universitaria.

En medio de estas pruebas no falta nunca la presencia del alcohol, “te hacían beber si querías entrar a la habitación de los veteranos para conocer gente, tenías que beber unos cuantos chupitos y si querías que te invitasen tenías que fregar los platos”.

Estos son algunos ejemplos de estas prácticas. En la mayoría de los casos estas novatadas se consideran “jornadas de integración” y tienen como finalidad divertirse. Aún así, muchos de los estudiantes que comienzan este año su andadura por la universidad consideran las novatadas algo “arcaico” y un acto que solo perpetúa una tradición que en 2022 ha perdido todo el sentido.

Existen variedad de opiniones en este sentido: “Para mí no fue ningún trauma”, dice una exnovata; “Yo también he sido veterana y te lo pasas bien, te ríes con ellos, no de ellos”, cuenta otra joven, “durante las novatadas fue cuando más amigos hice”, añade.

Menos novatadas y más vigilancia

La UCM, la Asociación de Colegios Mayores de Madrid y la Policía Nacional se han unido para contener las consecuencias de las novatadas una vez más. Gracias a el trabajo “coordinado y cooperativo” entre todas las instituciones implicadas en los últimos años casi se han extinguido los episodios de sometimiento físico pero todavía quedan otras actitudes de desprecios y humillaciones psicológicas contra las que luchar, tal y como ha indicado la vicerrectora de la Complutense, Rosa María de la Fuente durante la presentación de la iniciativa.

“Los episodios relacionados con novatadas se han reducido un 50% en los últimos años”

La vicerrectora considera que estos actos “deben ser sustituidos progresivamente” para poder construir “liderazgos positivos, creativos y solidarios”. Para la universidad madrileña es esencial crear “un sistema alternativo a la sumisión y humillación” y confían en que la contención de estos actos vaya encaminada hacia una sociedad “más democrática y cívica”. En un curso en el que se recupera la “normalidad” y los colegios mayores vuelven a estar llenos, para de la Fuente es crucial “trasladar la importancia de la experimentación conjunta con actividades más creativas y solidarias de integración”. La vicerrectora ha querido transmitir que hay muchas formas de dar la bienvenida a los recién llegados sin caer en estos actos, por eso ha querido dirigirse a los nuevos estudiantes: “Nadie puede excluiros de la vida colegial porque las instituciones están preparadas para defenderos".

Rosa de la Fuente ha aprovechado para advertir de que “lo que puede parecer un juego puede tener consecuencias muy graves”, no solo aquellas ligadas a la expulsión del centro, sino “consecuencias psicológica y físicas muy graves en las víctimas''. Por ello, ha pedido a los estudiantes que no participen en las novatadas ya que no dudarán en aplicar la ley en lo que sea necesario.

La “presencia activa” de la Policía Municipal en las zonas universitarias y en los entornos de colegios mayores ha ayudado a que la cifra de estos actos descienda notablemente, así lo ha aseverado el intendente responsable del distrito Moncloa-Aravaca, Agustín Alarcón. “Hay resultados buenos, van mejorando las cifras”, ha indicado el agente.

“Estos ritos de iniciación no son más que una forma de maltrato”

A pesar de esta disminución de los casos de novatadas, las instituciones continúan trabajando por la desaparición completa de estos actos en colegios mayores. Para ello es esencial aumentar la vigilancia en los centros, así lo ha manifestado Gabriel Beltrán, presidente de la Asociación de Colegios Mayores de Madrid que considera el trabajo conjunto “la mejor forma de acabar esta lacra”.

Según el presidente de la asociación, promover los valores de “la libertad, la igualdad y el compañerismo” es esencial para atajar la problemática. “Hay que hacer de los universitarios ciudadanos comprometidos por una sociedad mejor”, ha añadido.

Vigilar para prevenir, esa es la clave para que los sucesos ocurridos en el pasado no se repitan. Así lo ha demostrado el Colegio Mayor Ximénez de Cisneros, uno de los cinco colegios mayores de fundación directa de la Universidad Complutense de Madrid. Su director, Joaquín Sotelo, ha informado del compromiso de su equipo por “concienciar a los estudiantes de nuevo ingreso y a quienes llevan ya años de que no tiene ningún sentido ejercer violencia física, material o psicológica sobre la gente”.

El director del Ximénez de Cisneros ha destacado la sustitución de estos “antiguos ritos iniciáticos” por experiencias mucho más equilibradas como presentaciones públicas, abiertas y sin presión.