Era un reencuentro con morbo, más de 6 años después: el de Carles Puigdemont y Pedro Sánchez.
El presidente español comparecía ante el Pleno del Parlamento en Estrasburgo para hacer balance de la Presidencia española de turno del Consejo Europeo y suponía coincidir con el huido ex president catalán, con cuyo partido ha negociado la investidura.
La última vez que se cruzaron fue en un acto público en agosto del 2017 en Barcelona, durante el homenaje a las víctimas de los atentados yihadistas de Cataluña.
Pero la realidad es que ambos evitaron cruzarse y que la presencia de ambos en Estrasburgo no dio para mucho. Empezando por el discurso de Puigdemont, que aunque fue incisivo, evitó referirse a cuestiones delicadas que perjudicasen las relaciones entre ambos frentes.
Intervención de Puigdemont
Sus palabras fueron breves, porque así eran los turnos de intervención permitidos por la Cámara: "En su mensaje anunciaba ambición y reivindicaba a la Europa de las personas. Otras presidencias se han expresado de manera similar. El problema de Europa nunca han sido las promesas, el problema de Europa es el cumplimiento de esas promesas", apuntando además que "del incumplimiento nace la desconfianza, desconfianza que puede poner en riesgo incluso un proyecto tan sólido como la Unión Europea".
"Las oportunidades hay que cogerlas cuando surgen", le expuso, en clara referencia a la nueva etapa de diálogo con el independentismo catalán
Tras afearle que no sea más concreto, le terminó dejando un recado para que cumpla su promesa de que puedan usarse las lenguas cooficiales de España en el Europarlamento: "Hoy le hablo en su lengua materna, pero no en la mía. Esa Europa de las personas que usted debía defender no nos incluye si hablamos en catalán".
"Nuestra libertad de expresión en esta Cámara vale menos que la suya", le reprochó. Por eso, para finalizar, le espetó: "Presidente Sánchez, las oportunidades hay que aprovecharlas cuando ocurren. Si se dejan pasar de largo por miedo o por incapacidad, las consecuencias nunca son agradables".
Quienes fueron más incisivos fueron los miembros del PP, tanto del español como del PP europeo. El líder del PPE, el alemán Manfred Weber, reprochaba a Sánchez la ley de amnistía: "Europa está preocupada. Quiero priorizar que en el texto ha prometido un comité especial a Puigdemont que va a en contra de la separación de poderes". Por supuesto, también le recordaron la presencia de Puigdemont los miembros del PP, como la portavoz Dolors Montserrat.
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