El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha sido uno de los protagonistas este miércoles en el Foro Económico de Davos con un discurso que se ha centrado en tres ejes, "la propia supervivencia del orden internacional basado en reglas que tanta prosperidad nos han aportado", "la gobernanza de la Inteligencia Artificial" y, por último, "garantizar la prosperidad de nuestros ciudadanos". Sánchez ha contrapuesto su discurso con el del presidente argentino Javier Milei asegurando que "los españoles saben que las políticas neoliberales no funcionan".
Así, uno de los puntos fuertes de su discurso ha estado dirigido a los empresarios, a quienes ha solicitado "que se impliquen" en mejorar las condiciones de los trabajadores. Sánchez piensa que sus compañías son un producto de la democracia, de un orden internacional fundamentado en reglas y de estados de bienestar que sostienen a las clases medias. "Sin estos pilares, sus modelos de negocio se derrumbarían como un castillo de naipes", ha indicado.
La "prosperidad de los ciudadanos"
Sánchez ha advertido en el auge de la extrema derecha y los "regímenes autocráticos" problemas como "la erosión de las clases medias y trabajadoras". En este sentido, piensa que la notable subida del coste de vida es "una traición a quienes construyeron este sistema con su arduo trabajo y sacrificio y a quienes les debemos todo: la democracia, la justicia social, la libertad".
Por ello, ha pedido "detener esta erosión sin dar la espalda a nuestros valores". También ha pedido "definir un nuevo paradigma de prosperidad", para después atacar las privatizaciones: "Los españoles saben que las políticas neoliberales no funcionan. Que la opción de reducir el tamaño del sector público y dejar solos a los ciudadanos y a las pequeñas empresas cuando surgen los problemas no tiene sentido. Y que, cuando colaboramos y estamos juntos, somos más fuertes".
De esta manera, se ha dirigido entonces a los empresarios presentes en Davos para remarcar que sus compañías son un producto de la democracia, de un orden internacional fundamentado en reglas y de estados de bienestar que son claves para las clases medias. "Sin estos pilares, sus modelos de negocio se derrumbarían como un castillo de naipes", ha advertido a los empresarios antes de solicitarles "que se impliquen".
Deben hacerlo, comentó, ayudando a subir el poder adquisitivo de los trabajadores, parando la emergencia climática, reivindicando las normas internacionales, saliendo en defensa de la democracia y luchando "contra la involución que representa la ola reaccionaria que recorre el mundo".
"En resumen, ayúdennos a dar a la gente una vida mejor. No nos traguemos los viejos postulados neoliberales que presentan al estado como un ente puramente extractivo que no genera valor o que afirman que la única responsabilidad de las empresas es aumentar los beneficios de sus accionistas", aseguró Sánchez.
En su opinión, se ha probado que estas ideas son erróneas. "Ustedes lo saben. Saben -dijo- que las empresas necesitan a los gobiernos para innovar y crecer. Y que si las empresas no trabajan juntas, si no alinean sus intereses con los de la sociedad en su conjunto, no podremos superar los grandes retos de nuestro tiempo. Y esto repercutirá en sus empresas".
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