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Se cumplen 20 años de la mayor catástrofe medioambiental en España: el Prestige

Voluntaria recogiendo chapapote del Prestige
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Voluntaria recogiendo chapapote del Prestige (Foto: Greenpeace)
domingo 13 de noviembre de 2022, 12:36h

El Prestige, un buque petrolero procedente de Bahamas con destino a Gibraltar, zozobró el 13 de noviembre de 2002, hace justo 20 años, con cerca de 77.000 toneladas de fueloil pesado en su interior a sólo 28 millas (algo más de 50 kilómetros) de Finisterre.

Durante un total de 6 días, el buque monocasco griego fue alejado de la costa con rumbo errático hasta que, 115 horas después de la primera llamada de socorro, se partió en dos y se hundió a unos 138 millas de las costas gallegas, provocando una de las mayores catástrofes ecológicas de España.

La marea negra de las 63.000 toneladas de chapapote que derramó en el mar tiñó de negro playas de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco.

El fuel llegó también a las costas de Francia y Portugal. El desastre provocó el nacimiento del movimiento 'Nunca Mais' y una oleada de solidaridad que llevó a más de 300.000 voluntarios procedentes de toda España a limpiar las costas.

Consecuencias medioambientales irreversibles

El vertido del Prestige acabó afectando, en total, a cerca de 3.000 kilómetros de litoral costero y contaminó 1.137 playas y 450.000 metros cuadrados de superficie rocosa, según los hechos probados de la sentencia.

En respuesta nació la plataforma ciudadana 'Nunca Máis' para exigir responsabilidades por la gestión política que hicieron tanto el Gobierno central como la Xunta de Galicia, gobernadas en aquel momento por el Partido Popular.

Todavía se recuerdan las palabras del entonces vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que explicó en rueda de prensa que del pecio del Prestige sólo salían unos "pequeños hilitos, cuatro regueros solidificados con aspecto de plastilina en estiramiento vertical", declaró el dirigente popular a los medios.

El Consejo de Ministros aprobó el Plan Galicia, con una dotación de 12.495 millones de euros, con el objetivo de "paliar a corto plazo las consecuencias económicas y sociales del Prestige y, a medio y a largo plazo, impulsar el desarrollo social y económico" de la comunidad autónoma.

Hasta 10 meses después de taponarse las últimas grietas, Repsol YPF no comenzó los trabajos para recuperar el fuel que aún guardaba el Prestige.

Sin embargo, el Instituto Español Oceanográfico concluyó que entre el 95 y 98% de la zona afectada por el vertido del Prestige estaba limpia de gasóleo.

En septiembre Repsol había concluido que la cantidad de 13 litros diarios que aún fluía de los restos del buque no eran una "amenaza".

El estado español sigue litigando por la indemnización

El capitán Mangouras reconoció en su declaración como acusado que sí apreció corrosión en el barco, pero alegó que él no estaba "capacitado" para saber hasta qué punto ese deterioro ponía en riesgo al buque.

La primera sentencia del Prestige, dictada por la Audiencia Provincial de A Coruña, absolvió a los 3 acusados de delito medioambiental y sólo condenó al capitán a 9 meses de prisión por desobediencia.

El tribunal concluyó que "nadie sabe con exactitud" la causa de lo ocurrido "ni cuál debería haber sido la respuesta apropiada" y, aunque constató un "mantenimiento deficiente" del buque, no apreció responsabilidad penal por ello.

El Supremo revocó la sentencia en primera instancia del Prestige, apreciando delito medioambiental y condenó al capitán del barco a 2 años de cárcel.

Esta decisión abrió la puerta a que el Gobierno pudiera exigir indemnizaciones por los daños ocasionados por el vertido.

Mangouras, sin embargo, no volvió a prisión. Tras la condena del Supremo, la Audiencia Provincial dejó la pena en suspenso durante 3 años a condición de que no volviera a delinquir, por lo que en 2019 quedó definitivamente libre.

El Supremo fija en 1.500 millones de euros las indemnizaciones que deben cobrar los Estados español y francés, la Xunta de Galicia y otros 269 afectados.

El alto tribunal señaló que a esta cifra debía añadirse el IVA, los intereses de demora y procesales y las costas y que la cantidad total debía ser fijada por la Audiencia Provincial de A Coruña, quien finalmente fijó en 2.495 millones de euros la indemnización que deberían recibir los demandantes.

Pero esta cantidad no fue cobrada en su totalidad porque la póliza del Prestige únicamente cubría daños por valor de 1.000 millones de dólares (alrededor de 970 millones de euros al cambio actual). Y España sigue litigando en Reino Unido para conseguir cobrar la póliza.

La justicia europea abrió la puerta a que la aseguradora del Prestige indemnizara a España al dictaminar que el laudo arbitral organizado en Reino Unido sobre el hundimiento del barco no puede bloquear la sentencia que condena a los responsables a pagar los daños ocasionados por el vertido.

20 años después de la catástrofe, España sigue pleiteando mientras Galicia recuerda la mayor catástrofe medioambiental de su historia.

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