Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, ha aparecido este martes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas para defender la primera resolución sobre la economía social del organismo, de la que está detrás el Gobierno de España y que se ha aprobado este martes. Allí, en uno de los escenarios internaiconales más codiciados, Diaz ha afirmado que "es posible superar un sistema económico despiadado, sin alma, que se funda en los recortes, el olvido de las personas más vulnerables y que está anclado en la desigualdad".
En medio de las repercusiones de su entrevista con Jordi Évole, la vicepresidenta segunda ha dado un discurso en el que ha destacado que "las soluciones de la economía social, en las que ha profundizado el Gobierno de España, nos han demostrado que es posible superar un sistema económico despiadado, sin alma, que se funda en los recortes, el olvido de las personas más vulnerables y que está anclado en la desigualdad". Díaz ha lanzado este alegato ante el pleno de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, donde también ha defendido la primera resolución a favor del impulso de la economía social que se hace en este foro.
La ministra de trabajo ha señalado que "la economía social ha logrado desmentir el interesado tópico de que el desarrollo económico de un país debe sacrificar, inevitablemente, unos ideales de justicia e igualdad que, muy al contrario, deben estar en el núcleo de nuestros sistemas políticos y económicos. Las cosas, lo hemos comprobado, pueden hacerse de otra manera", poco antes de que el plenario de la ONU aprobara esta resolución.
Díaz ha indicado que la apuesta por este modelo de relaciones laborales y económicas en España hace que su peso alcance el 10% del PIB. "Esa importante cifra representa a un tejido empresarial sólido, preparado para los cambios, en el que se promueve la participación de las personas trabajadoras en las decisiones empresariales y el acceso de las mismas a la propiedad de los medios productivos, a la vez que garantiza la continuidad de muchos proyectos empresariales a manos de las propias personas trabajadoras y todo ello de forma sostenible y cercana a las comunidades", ha comentado.
Todo esto lleva, en su opinión, a que el papel de la economía social sea "decisivo en la transformación de la economía mundial hacia un modelo de desarrollo sostenible, pues otorga a las personas y a las comunidades en las que se implica el control directo en ámbitos tan relevantes como la producción agrícola, la salud, la industria, el comercio, la educación, la vivienda, la distribución energética o las finanzas".
Una "economía feminista"
La vicepresidenta segunda ha recalcado también que en España la diferencia salarial entre hombres y mujeres es ocho puntos menor en la economía social que lo que representa en la economía mundial. "La economía social instaura la igualdad en el seno en nuestras relaciones laborales, sociales y económicas. Es, de hecho, una economía feminista, pues por su mayor flexibilidad y estabilidad laboral reduce también las brechas retributivas y salariales", ha confirmado.
En su puesta de largo a nivel internaiconal Díaz ha concluido diciendo que "por eso la economía social no es una representación aproximada del futuro que queremos, sino la evidencia de que es posible construir ese mundo más justo, sostenible y solidario ya, ahora mismo. Todo lo que se encuentra en el corazón y en la razón de ser de esta Organización de Naciones Unidas".
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