John McCain sigue por debajo en las encuestas. Ante una crisis económica como no se había visto en décadas, los votantes no parecen dispuestos a enviar a otro republicano a la Casa Blanca.
El senador por Arizona necesitaba cambiarle la dinámica a una carrera que está perdiendo y no lo logró en el debate del martes en la noche en Nashville, Tennessee.
Obama sale ileso del segundo debate entre los candidatos a la Casa Blanca, según la prensa de E.U. En eso coincidieron los análisis de la mayoría de los medios en E.U. para los que este segundo debate, de tres pactados, estuvo pobre en nuevas ideas pese a los ataques que se lanzaron, dirigidos más a criticar a su oponente en áreas previamente ventiladas.
Pero si bien es cierto durante el debate no fue evidente una aplastante superioridad del senador afroamericano, lo que quedó en la retina de los electores consultados en los sondeos fue diferente: para la encuesta de 'CNN', un 54 por ciento de los espectadores cree que el senador por Illinois lo hizo mejor en el debate en Nashville (Tennessee), mientras que el 30 por ciento considera que el vencedor fue McCain.
Obama, según la encuesta, mejoró su imagen con este debate, y si antes del evento un 60 por ciento de los electores le veían favorablemente, ahora es el 64 por ciento. Un 38 por ciento tenía una opinión negativa y esa cifra se ha reducido al 34 por ciento.
La opinión acerca de McCain permanece invariable y un 51 por ciento de los votantes tiene un pensamiento favorable del candidato, mientras que el 46 por ciento es negativo.
Para la CBS, los sondeos indican que ninguno logró arrastrar para su columna a los votantes que aún están indecisos. En ese sentido, continúa el balance, pues Obama salió mejor librado con el 'status quo', mientras que McCain dejó escapar una oportunidad para repuntar.
'The Washington Post', por ejemplo, subraya que ambos decidieron ignorar la nueva coyuntura -lo que sigue tras el paquete de salvamento que aprobó el Congreso la semana pasada y la caída de la bolsa que continúa- y propusieron la misma prescripción para un mal que sigue evolucionado.
"Tan ansiosos estaban de evitar dar malas noticias a un mes de las elecciones que escogieron no responder cuando se les preguntó algo muy simple sobre si la situación económica empeorará antes de mejorar", dice el 'Post'.
CNN, por su parte, arranca su análisis diciendo que el debate no logró cambiar el curso de la campaña y subraya que ambos evitaron mencionar los casos de William Ayers y Charles Keating, dos personajes que reemergieron esta semana y que han provocado un intenso intercambio entre las campañas.
El primero, fundador de un grupo radical de los años 60, fue traído a colación para mostrar que Obama tiene "amigos terroristas". El segundo es un corrupto banquero al que McCain trató de favorecer hace dos décadas desde su cargo en el Senado.
Los estrategas republicanos, de hecho, criticaron al senador de Arizona por evitar el tema, ya que creen que los nexos de Obama con Ayers podría ser el quiebre que necesitan.
Las dos campañas, al parecer, evitaron entrar en ese territorio pues el público está indicando su desagrado por las tácticas negativas cuando lo que desean es respuestas a la delicada situación de la economía.
Buena parte del cubrimiento noticioso en E.U. se dedicó a dos palabras usadas por McCain durante el debate que sorprendieron. En una respuesta sobre cómo Obama había votado a favor de un proyecto de ley lleno de gastos innecesarios, McCain, casi sin mirarlo, le dijo "that one", que en inglés -y en el contexto empleado- equivale a darle el tratamiento de 'cosa' a una persona.
La frase llamó la atención por lo despectiva y podría terminar de jugar contra McCain.
También se destacó una propuesta de McCain de usar 300.000 millones de los 700.000 que acaban de ser aprobados, para comprar las hipotecas de la gente que esta teniendo dificultad en pagarlas y luego renegociar con ellos a una mejor tasa de interés. Pero varios criticaron que eso, precisamente, eso lo que pretende hacer el plan de salvamento.
Pero el veredicto final es que a McCain se le está acabando el tiempo para cambiarle el curso a la carrera por la Casa Blanca. Faltan menos de cuatro semanas para las elecciones y las encuestas están indicando ya una sólida tendencia que favorece a Obama.
La última -y única vez- que McCain ha superado al afroamericano en esta disputa fue hace exactamente un mes, cuando recibió un breve y esperado impulso por la Convención de Partido Republicano y la nominación de Sarah Palin a la vicepresidencia.
Desde entonces, todo ha ido cuesta abajo y los sondeos en estados considerados claves están ya generando pánico. Obama ha penetrado en estados muy conservadores como Colorado, donde no gana un demócrata desde hace 40 años, y en otros como Virginia, que era relativamente seguro.
Incluso Florida, que se inclinó por George W. Bush en las dos elecciones pasadas, se está moviendo con claridad hacia la columna del afroamericano.
El último conteo que realiza la CNN -y con el que coincide Real Clear Politics-, dice que Obama amasaría ya unos 264 delegados de los 270 que necesita para ser presidente, frente a los 163 de McCain.
Eso entre estados que con seguridad votarán por alguno de los dos y otros que se están inclinando a favor o en contra. En disputa, desde esa perspectiva, solo habría 111 delegados distribuidos en ocho estados. Y Obama solo necesita 6 más.
Por supuesto, cuatro semanas es mucho tiempo, y cualquier cosa pueda pasar. Pero McCain está nadando contra la marea.