El Real Madrid, ahora sí, está en una minicrisis de resultados y ha perdido el liderato tras el tercer empate consecutivo en Liga, y de nuevo ante un rival modesto.
El Girona se adelantó y el conjunto de Xabi Alonso, pese a tener varias oportunidades claras, sólo pudo igualar a 1-1 la contienda, aupando al Barça de Flick a la cabeza de la tabla.
Problemas serios para el técnico tolosarra, que no da con la clave en el centro del campo y el Madrid no juega a nada, dependiendo nada más de las individualidades de Vinicius y Mbappé para sacar adelante los encuentros.
Así fue el partido
Comenzó el Madrid el encuentro con determinación, presionando alto y recuperando el balón con agresividad y las oportunidades de gol no tardaron en llegar. En el minuto 9, Arda Güler probó suerte con un disparo desde la frontal que se fue fuera por muy poco, y 2 minutos después, Kylian Mbappé también pudo marcar con un potente zurdazo dentro del área que se marchó alto. A mitad del primer tiempo, Vinicius lo intentó con otro zurdazo algo escorado que tampoco encontró portería.
El Girona se despertó y tuvo una doble ocasión en el minuto 26. El primer disparo, de Viktor Tsygankov, fue atajado por Courtois en 2 tiempos. El segundo, de Azzedine Ounahi, se fue fuera. El Madrid reaccionó en el 39' con un cabezazo de Éder Militão que el portero Gazzaniga salvó con una gran estirada. En el minuto siguiente, Mbappé marcó, pero el tanto fue anulado por mano previa del francés, tras ser revisada la jugada en el monitor por el árbitro De Burgos Bengoetxea.
Pero por sorpresa, finalmente, el gol llegó en el tiempo añadido de la primera parte y del lado local: Ounahi superó a Courtois con un potente derechazo, poniendo el marcador 1-0. El típico gol de su vida que marca todo jugador sólo contra el Madrid. La motivación.
La igualdad llega de penalti
Tras la reanudación, Militão estuvo cerca de empatar con otro remate de cabeza en el área, pero Gazzaniga volvió a evitar el gol en el minuto 54. 3 minutos después, Courtois volvió a brillar, deteniendo un mano a mano con Valery Fernández.
El empate (1-1) llegó en el minuto 67 por la vía penalti. Mbappé transformó la pena máxima después de un claro pisotón de Hugo Rincón sobre Vinicius cuando el brasileño se internaba en el área.
Esos fueron los mejores minutos del Madrid, que continuó generando ocasiones. En el minuto 79, Vinicius estuvo a punto de adelantar a su equipo con un remate que se fue fuera por muy poco.
Un minuto después, Rodrygo, que salía de nuevo del banquillo, fue derribado en el área por una patada de Joel Roca, pero el penalti no fue señalado, ni por De Burgos Bengoetxea en el campo ni por Pulido Santana en el VAR.
Hasta el final, el Real Madrid atacó sin cesar. Mbappé tuvo la oportunidad de dar la victoria a su equipo en el tiempo añadido con un remate dentro del área que rozó el poste de la portería rival. Sin embargo, la suerte no está del lado blanco y este tercer empate condena al equipo de Alonso a perder el liderato y ampliar, y mucho, las dudas sobre el juego. Además, de forma increíble, el siguiente partido será, de nuevo, fuera de casa: en Bilbao. El Madrid afronta su cuarto partido consecutivo de visita.
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