Palin alerta contra un "monopolio demócrata"

Sarah Palin, la republicana que busca convertirse en vicepresidenta de EEUU, alertó  contra un "monopolio demócrata" y demostró que pase lo que pase el próximo 4 de noviembre nadie podrá decir que pasó sin dejar huella. La gobernadora de Alaska, una de las políticas más polarizadoras del país, que despierta pasiones encontradas en las filas de su propio partido, congregó a más de 5.000 seguidores en Leesburg, en el estado de Virginia, que la esperaron durante más de una hora y la recibieron al grito de "Sarah, Sarah". El encargado de presentarla fue nada menos que "Tito el constructor", un inmigrante colombiano nacionalizado estadounidense cuyo verdadero nombre es Tito Muñoz y que apareció en el escenario con gafas de sol oscuras y un casco amarillo de obrero.

Tito es propietario de un negocio de construcción y el último fichaje de los republicanos para demostrar que los pequeños empresarios respaldan sus planes de gobierno contrarios, dicen, a la subida de impuestos para los emprendedores del país. "Estoy encantada de estar aquí", dijo Palin tras la presentación de Tito, en el primero de varios mítines electorales  en Virginia, un estado republicano desde las presidenciales de 1968 y en el que los conservadores ven este año peligrar su reinado. La gobernadora centró gran parte de su discurso en descalificar al aspirante demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, a quien presentó como un político que quiere aumentar los impuestos e incrementar el protagonismo del Estado en la economía del país.

"Si (los demócratas que favorecen) un gran gasto público controlan la Cámara de Representantes, el Senado y Dios no lo quiera, la Casa Blanca, tendrán un monopolio del poder", alertó la "número dos" del candidato presidencial republicano, John McCain, en medio de los abucheos del público. El candidato demócrata y sus correligionarios encabezan las encuestas de cara a las elecciones presidenciales y legislativas del próximo 4 de noviembre. Obama, a quien Palin se refirió como "el repartidor de riqueza", en referencia a un comentario reciente del demócrata que favorece subir los impuestos a los que ganan más de 250.000 dólares, "castigaría el trabajo duro y el espíritu empresarial que ha hecho a este país, el mejor del planeta", dijo la gobernadora.

Su intervención llega tras varias encuestas de opinión, entre ellas una publicada la semana pasada por el diario The Washington Post, que muestran una percepción cada vez más negativa de Palin. Su selección como "número dos" de McCain ha sido cuestionada por algunos destacados republicanos, como el ex secretario de Estado Colin Powell, quien dijo la semana pasada que ese fue uno de los motivos que lo llevó a respaldar a Obama. La polémica sobre su vestuario, financiado con un cheque de 150.000 dólares del Partido Republicano, tampoco ha contribuido a calmar las aguas.

Y por si todo eso fuera poco, varios medios informaron este fin de semana de una creciente tensión entre Palin y los asesores de McCain, que la acusan de ir por libre, de parecer estar preparando el terreno para su candidatura en el 2012 y de ser una "diva" que no atiende a consejos. Pero ninguna de esas críticas caló con los seguidores que  la esperaban en Leesburg y que no ocultaban su pasión con la joven gobernadora de Alaska de 44 años. "Ha puesto a las bases conservadoras del partido al rojo vivo", comentó a Efe Charleen Sciolaro, una ex funcionaria del gobierno retirada, quien cree que Palin es una bocanada de aire fresco para los republicanos.

Buena parte de los consultados por Efe dijeron ver en la candidata vicepresidencial a una madre de familia -Palin tiene cinco hijos, uno de ellos discapacitado- que entiende sus problemas y con quien les resulta fácil establecer una conexión. "Es una de nosotros, es real, me identifico con ella", afirmó Carole Dwyer, una asistente de dentista de Virginia, quien -como muchos de los seguidores de Palin- dijo  mantener la "fe", pese a los malos augurios de los sondeos.