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Los Andes no creen en Dios

Los Andes no creen en Dios

domingo 18 de febrero de 2007, 17:30h
La Misk"isimi, una chola sensual que atiende una taberna famosa por su chicha y sus picantes; una madame chilena que regenta un concurrido prostíbulo; un cateador de minerales y Joaquín, un trágico personaje que experimenta su paulatino deterioro, las historias de estos y otros personajes más se desarrollan y entrelazan en la nueva película del director boliviano Antonio Eguino.

Se trata del filme "Los Andes no creen en Dios" que el próximo 7 de marzo se estrena en los cines Center y Avaroa de Cochabamba. Un día antes la premier será en La Paz y el 8 en Santa Cruz.

"En la historia cada uno de los personajes tiene una búsqueda y se entrelazan pasiones, ambiciones y amores", explica Eguino, quien asegura que todo está listo para los estrenos en las tres ciudades citadas.

En el filme intervienen actores nacionales y extranjeros de primer nivel como los bolivianos Carla Ortiz, Jorge Ortiz y Milton Cortés, el peruano Diego Bertie y la chilena Shlomit Baytelman.

Las historias y los personajes provienen de tres obras del escritor boliviano Adolfo Costa du Rels: la novela "Los Andes no creen en Dios" y los cuentos "La Misk"isimi" y "La plata del diablo", el propio Eguino elaboró el guión en base a las obras citadas.

Epopeya minera

Para el director, este filme es una especie de elogio y reconocimiento a la gran epopeya minera que vivió Bolivia a principios del siglo XX. "Bolivia ha sido y sigue siendo, pero sobre todo en el pasado, un país preponderantemente minero. Y los pueblos mineros de esa época llevaban ese ritmo intenso de vida, tal como se plasma en la película". Gracias al auge minero fue posible que se levanten ciudades como Oruro y Potosí.

La nueva propuesta cinematográfica de Eguino es resultado de una larga investigación, elaboración de guión, puesta en escena y post producción, procesos que según el director del filme llegaron a costar algo más medio millón de dólares.

Eguino no escatimó esfuerzos para recrear plenamente los escenarios en los que se desarrolló el filme. Incluso el equipo de producción reconstruyó e hizo funcionar una locomotora a vapor y dos vagones en la estación de la población de Guaqui.

También escenificaron el asalto a un tren, en base a un hecho histórico ocurrido entre 1923 y 1924 en la ruta Uyuni-Pulacayo, cuando una banda de forajidos norteamericanos operaba en la zona minera.

Pero no es la primera vez que Eguino construye monumentales escenificaciones, en "Amargo mar" (filme sobre la Guerra del Pacífico) hizo batallas y todo el escenario acorde con la época.

La banda sonora

La música de "Los Andes no creen en Dios" fue compuesta por Alberto Villalpando, "un trabajo muy bueno y minucioso que le ha tomado un año concluirlo. Fue cooperado además por Hugo de Ugarte que maneja muy bien la parte digital de la música", detalla Eguino. Toda la música está hecha en Dolby 5.1 que es el estandar de la alta calidad en sonido.

Un CD con la banda sonora será promocionado entre el público a partir del día del estreno.

"Quiero mencionar también que yo he trabajado mis anteriores películas con Villalpando. Con Alberto generacionalmente somos pares y nos entendemos mejor en esta temática que está más cercan a la época de nuestros padres, tanto así que yo he nacido en una mina pues mi padre trabajaba en la Patiño Mines, de esa manera la minería es casi parte de mi existencia".

El director de "Los Andes no creen en Dios" dice que este filme es una visión más de la minería en Bolivia, como pueden haber muchas otras. Aclaró que no tiene nada que ver con una trama al estilo de "Socavones de angustia", "sin desmerecer a una obra tan importante. Es otra visión de un pueblo minero y hay partes en la película como del asalto al tren que podría parecer un western. Puede resultar también una película polémica por el rol que se le asigna a una parte de la sociedad, con su intolerancia y su falta de capacidad para falta de entender diferentes actitudes de la ciudad", finaliza Eguino y concluye que la intransigencia y la intolerancia religiosa pueden llevar también a caminos riesgosos y peligrosos, tal como refleja su película.

En la historia cada uno de los personajes tiene una búsqueda y se entrelazan pasiones, ambiciones y amores", explica Eguino, quien asegura que todo está listo para los estrenos en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

REACOMODO TECNOLÓGICO

Cine y digital

El retorno de Antonio Eguino al cine boliviano implica también su reacomodo a las nuevas tecnologías que ha desarrollado el cine.

"Como todo cambia, actualmente hay también una nueva tecnología para hacer películas, entonces he tenido que readecuarme a esta nueva manera de encarar la realización de una película en los estandares nuevos donde se combina el cine y el formato digital".

La película "Los Andes no creen en Dios" fue filmada íntegramente en celuloide y en el proceso de post producción se aplicaron técnicas digitales.

El filme tuvo un costo de medio millón de dólares. Contó con préstamo del Conacine; del fondo de Ibermedia y el auspicio de Sinchi Huayra, Soboce, Prodem, hotel Europa, Lloyd Aereo Boliviano, Entel y otras.

En nuestro país, donde hay tantas dificultades, el Estado tiene la obligación de facilitar y ayudar en la producción de cine.

Antonio Eguino

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