No hay dinero, no hay dinero
viernes 14 de noviembre de 2008, 13:59h
Vivimos un duro momento de crisis económica sin precedentes ante la que nadie se aventura a definir el momento de salida. Hay quienes ya apuntan a finales de 2010 como momento en el que podamos comenzar a ver un horizonte económico más despejado.
Madrid está comenzando a pagar de forma virulenta los efectos de la crisis. El desempleo acaba de superar las 315.000 personas, 90.000 más que el año pasado, 26.000 más que el mes pasado y un crecimiento del 9 por ciento en tan sólo un mes. Los procesos concursales, quiebras y suspensiones de las empresas se multiplican casi por cuatro.
Sectores como el inmobiliario y la construcción caen en barrena. El comercio, los servicios, la industria, la hostelería y el mismo turismo sufren la caída de la demanda y el debilitamiento del consumo.
Ante un escenario así necesitaríamos unos presupuestos regionales que contengan los efectos de la crisis y preparen una salida con bases sólidas. Unos presupuestos con tres prioridades. La economía, el empleo y la protección social. Preparar, en definitiva, el nuevo modelo económico y social que se avecina.
En economía salvar y sanear el sector de la construcción. Alentar la inversión industrial y productiva. Consolidar el sector servicios.
En empleo proteger a los desempleados, potenciar las políticas activas de empleo (orientación, intermediación, nuevas oportunidades de empleo), fomentar la cualificación y formación de los trabajadores (ocupados o desempleados).
Fortalecer las redes de protección para asegurar, en momentos de crisis, la necesaria cohesión social, evitando la fractura social y el aumento de desigualdades. La sanidad, la educación, la atención a la dependencia, los salarios sociales son esenciales.
Por el contrario, los presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2009 dan un paso atrás en las políticas anticrisis. Después de vivir el verano con actitud de cigarra, afrontamos un invierno sin los recursos necesarios.
Los presupuestos son el ajuste de ingresos y gastos en función de las prioridades en las políticas. Los ingresos previstos son notablemente inferiores. El impuesto de transmisiones patrimoniales cae un -51 por ciento. El de actos jurídicos documentados cae un -61 por ciento. La caída de ventas de pisos justifica este retroceso. Al tiempo que la caída del consumo produce un retroceso del -15 por ciento en la recaudación del IVA. Sólo el IRPF parece que aguantará y crecerá algo, pero se verá disminuido a causa de las rebajas del IRPF del Gobierno Aguirre.
Si a la recaudación menos se suman los efectos de los regalos fiscales de la presidenta en el impuesto de sucesiones y donaciones o el del patrimonio. Acabar con el impuesto del patrimonio, como ha comprometido Aguirre, supone un recorte de 630 millones de euros en los ingresos, beneficiando sólo a las rentas más altas.
El total de recorte de ingresos a causa de las rebajas de fiscales ya ha supuesto la renuncia a recaudar 1.800 millones de euros el año pasado. Una cantidad que permitiría afrontar hoy la crisis con mayor solvencia.
Si no se recauda hay que endeudarse y los presupuestos regionales contemplan un aumento del endeudamiento de 1.297 millones de euros, superando ya los 11.370 millones de euros, lo cual supone incrementar los gastos para pagar la deuda.
Con menos dinero se pueden hacer menos cosas y eso se nota en el presupuesto regional para 2009, que en términos reales se reduce en un 1,4 por ciento. Con estos datos es muy difícil actuar sobre la economía real, promover el empleo y proteger a los desempleados, o mejorar los servicios públicos y las redes de protección social.
Otro día analizaremos los gastos, pero eso será mañana.
Francisco Javier López Martín
Secretario general de CCOO de Madrid.