El departamento de Beni solicitó al Gobierno declarar a esa región zona de desastre natural, posibilidad que el Ejecutivo analiza. “Ante la magnitud de lo que se está viviendo en esta región, debemos pedir que se declare al Beni zona de desastre natural, porque el agua va a seguir subiendo”, aseguró ayer el prefecto del Beni, Ernesto Suárez Sattori. La ayuda desplegada es todavía insuficiente.
Según coinciden en explicar el Prefecto y la directiva de la Federación de Ganaderos de Beni y Pando (Fegabeni), la declaratoria supondría dejar sin efecto, temporalmente, algunos artículos de la Ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).
“Exigimos el levantamiento de la función económica social por tres años porque hay ganaderos que han perdido el cien por ciento de su ganado. Si pasado mañana se hace una verificación nadie quedaría con tierras en el departamento de Beni”, aseguró a la red UNO el presidente de Fegabeni, Carlos Quaino.
El ejecutivo agregó que su sector también debería ser liberado de pagar impuestos por un año. Consultado al respecto, el presidente, Evo Morales, sólo se limitó a señalar que todas las propuestas serán analizadas y que no descarta ninguna.
El vocero del Palacio de Gobierno, Álex Contreras, afirmó que todo dependerá de una reunión que Morales sostenga hoy con los sectores afectados en Trinidad, hasta donde se trasladará para evaluar la situación. “En período de emergencias es difícil cuantificar los daños, es por eso que se ha solicitado a los sectores dar un informe oficial, luego de recibir un informe se dará una respuesta”, dijo Contreras.
Acerca de la propuesta regional de dejar sin efecto una parte de la Ley INRA, Contreras reiteró que todo dependerá de los informes que reciban, sin embargo aseguró que el Ejecutivo está consciente de que la inundación “tiene muchas consecuencias en el aspecto productivo y también en el aspecto de propiedades. Creo que hay que verlas”.
Por su parte, la ministra de Desarrollo Rural, Susana Rivero, aclaró que la Ley INRA consigna “cualquier tipo de emergencias”, como las que se manifiestan en Beni. En el artículo 29 de esta norma se lee que “el reglamento de la ley tomará en cuenta los desastres o catástrofes naturales, declarados por decreto supremo, que afecten a los predios”.
La excepción se aplicaría en los casos en que la tierra deje de cumplir una función económica social, en este caso por razones de desastre y deterioro por efecto de las catástrofes naturales. De acuerdo a la Prefectura de Beni, al menos el 40 por ciento de su territorio está bajo el agua y las pérdidas llegarían a alrededor de 105 millones de dólares.
El ministro de Defensa, Wálker San Miguel, informó que una declaratoria de este tipo implicaría la emisión de un decreto supremo, pero que antes se debe emitir un informe detallado, por ministerios, sobre la situación real del departamento. “Se debe contar con información detallada de gente experta en agricultura, economía, caminos, sociedad civil y otras ramas. Se debe hacer toda una evaluación”, sostuvo San Miguel, quien ayer se hallaba en Beni, evaluando daños y entregando ayuda.
La autoridad explicó que como consecuencia de la declaratoria se dispondría el uso de más fondos públicos para reactivar la región y que además se debería acudir a la cooperación internacional por más ayuda, y “hacer una logística para cubrir la emergencia humanitaria”.
Reconoció que la situación en Beni es crítica, pero aseguró que todos los actores trabajan en conjunto para mitigar el desastre. “Una declaratoria significa, además, la participación de más actores, por lo que pienso que hay que esperar a que las evaluaciones concluyan o nos den una idea preliminar, y se debería tomar una decisión en base a informes técnicos”, puntualizó.
Para el director nacional de Emergencia y Auxilio de Defensa Civil, Gonzalo Lora, por ahora, no corresponde una declaratoria de zona de desastre natural. “Se declara (zona de desastre) cuando hay muertes, aquí no hay muertes, ni desaparecidos, pero para decir zona de catástrofe es como si hubiera pasado una guerra por el lugar”, indicó Lora.
Evo culpa a los países ricos
El presidente Evo Morales culpó ayer a las naciones ricas del mundo de propiciar el fenómeno climático de El Niño y los desastres naturales que sus efectos provocan, como los que se registran, este año, en gran parte del territorio nacional.
Según la agencia de noticias EFE, el Mandatario responsabilizó a las naciones industrializadas del efecto de la emisión de gases en el clima mundial, ocasionando simultáneamente sequía y lluvias torrenciales.
“Hay países que, de manera desmedida, descontrolada, implementan políticas de industrialización y eso afecta al planeta Tierra y esa contaminación destroza el medio ambiente y los países pobres tenemos que soportarlo”, señaló el gobernante.
El reporte de la agencia incluye que el Jefe de Estado destacó que las consecuencias del desequilibrio ambiental deben enfrentarse en Bolivia con escasos recursos económicos y pobre respuesta de los países ricos.
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