Ayuntamiento y Metro estudian soterrar tres cocheras para liberar 90.000 metros de suelo

El proyecto está en sus inicios aunque no es nuevo. Hace dos años, la Gerencia de Urbanismo ya negociaba con Metro de Madrid un convenio para liberar este terreno con el objeto de crear viviendas, equipamientos y zonas verdes en la ciudad. No es precisamente barato mantener tanto terreno dedicado a cocheras en el centro de la capital cuando se puede utilizar para negocios más lucrativos. El Gobierno municipal y Metro concibieron ya hace tiempo el potencial del suelo donde se asientan estas instalaciones. De hecho, el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1997 recoge una compleja operación para conseguir cerrar este proyecto.

El Gobierno municipal proponía un convenio que fijase determinados aprovechamientos en el terreno que quedase libre en superficie, una vez enterradas las cocheras. La opción más sencilla para financiar la operación de soterramiento era mediante la construcción de viviendas y que el mar de vías del suburbano se canalizase bajo tierra. Otras opciones que se barajaban eran la creación de espacios de oficinas y hasta centros comerciales.

Actuación conjunta
Cuando se negoció el convenio, se trabajó en una actuación conjunta en las cocheras de Ventas (situadas frente a la plaza de toros y con una superficie de 20.000 metros cuadrados), las de Cuatro Caminos (42.186 metros cuadrados junto a la calle Reina Victoria y la avenida de Pablo Iglesias), las oficinas centrales de la empresa de la calle Cavanilles y el inmueble de la calle Valderribas (11.130 metros cuadrados), y 7.100 metros cuadrados frente a este último inmueble.

Más específicamente, la operación estudiaba la posibilidad de soterrar las cocheras de Cuatro Caminos en dos plantas bajo rasante, e instalar sobre ellas un gran parque de 16.000 metros cuadrados, además de un espacio para uso residencial y terciario que permitiría construir 255 viviendas. En Ventas se proyectó la construcción de un parque público de 6.300 metros cuadrados, junto con un equipamiento público, servicios de transporte y nuevas calles. A todo ello, se añadía la construcción de 226 viviendas y terciario.

El tercer ámbito sobre el que se estudió una actuación, Cavanilles, proponía rehabilitar las oficinas de Metro, muy anticuadas. Frente a este terreno, la empresa del suburbano posee 7.100 metros cuadrados de suelo para usos internos, en donde se estudió emplazar 126 viviendas y un parque de 7.000 metros cuadrados. Metro recuperaba gran parte de ese suelo en superficie con el cambio de uso correspondiente sin apenas gastos, porque excepto algunas pequeñas obras, las reformas corrían a cargo de las empresas que se lucrasen de los aprovechamientos urbanísticos de la zona.

Ganar suelo
El Ayuntamiento pretendía recibir de Metro de Madrid un diez por ciento del suelo de la operación en uno solo de los terrenos -que el Consistorio deseaba ganar del espacio liberado de Cuatro Caminos para construir 85 viviendas de protección pública- y 29.000 metros cuadrados de zonas verdes.

Aún con estas prerrogativas, el acuerdo quedó en 'standby'. Los responsables municipales querían dar forma al proyecto y concluir la tramitación administrativa en la pasada legislatura, pero no se fijó fecha para comenzar a abrir este 'melón' urbanístico y, finalmente, no se obtuvo acuerdo institucional entonces. Ahora se pretende recuperar la operación, incluyendo en ella el depósito del suburbano en Plaza de Castilla (18.000 metros cuadrados).

Fuentes del Área de Urbanismo explicaron a Madridiario que no se ha firmado el convenio todavía, ya que Metro está revisando las propias condiciones que se solicitaban. Sin embargo, aseguran que según el Plan Operativo municipal para esta legislatura, el acuerdo debía quedar resuelto para 2009 y por eso se incluye en los Presupuestos. Otras fuentes del Área aseguraron que el suelo liberado serviría para próximas operaciones urbanísticas incluidas dentro del siguiente Plan General de Ordenación Urbana que se está desarrollando, aunque todavía tendrán que concluirse los estudios previos de estos espacios.

Flecos y otras cocheras
Si se formalizase el acuerdo con las condiciones antes comentadas, aún quedarían flecos pendientes por resolverse, como la necesidad de recolocar dos iglesias, una católica en Ventas y una no católica en Cuatro Caminos. En ambos casos, el Gobierno municipal planteaba ofrecer terrenos cercanos a los actuales para construir los nuevos templos e incluir las pérdidas dentro de la operación.

Pero no sólo el Metro guarda celosamente un suelo muy valioso. La Empresa Municipal de Transportes posee terrenos que están en puntos clave de futuros desarrollo urbanísticos. Son los casos de las cocheras de Fuencarral y La Elipa. Se había especulado con que ambas cocheras se eliminarían para obtener un gran beneficio económico por las enormes extensiones de terreno que liberarían. Se decía que ambas cocheras se trasladarían a una nueva parcela en Sanchinarro.

Fuentes de la EMT indicaron que los 133.000 metros cuadrados de las dos cocheras de Fuencarral están incluidas dentro de la 'Operación Chamartín', actualmente bloqueada por las instituciones y que su traslado se resolverá cuando las administraciones desarrollen más este macroproyecto urbanístico. En el caso de La Elipa, la empresa mantendrá la cochera por su situación estratégica (40.000 metros cuadrados en el este de la ciudad) aunque estas mismas fuentes reconocieron que para conservarla es necesario realizar un plan de reforma y mejora de la instalación porque se ha quedado "obsoleta para las necesidades que atiende". A Sanchinarro, especificaron estas mismas fuentes, no irá ninguna de las dos cocheras sino que se creará allí una sexta instalación destinada a los vehículos de la flota impulsados por energías limpias y, más concretamente, gas natural.