Latinoamérica y el Caribe unen fuerzas para lograr más protagonismo mundial

Los países de América Latina y el Caribe unieron fuerzas en la apertura de su primera cumbre, con la pretensión de sentar las bases de la integración regional y obtener un mayor protagonismo mundial.

"Queremos ser protagonistas y no meros espectadores en los teatros en los que se deciden las perspectivas de bienestar y prosperidad para nuestros pueblos", manifestó el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en la inauguración de la Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC) sobre Cooperación y Desarrollo.

Lula definió el actual como "un momento extraordinario" para el debate y recordó que "es la primera vez en dos siglos (de independencia) que la región une sus fuerzas", en una cumbre que se desarrolla entre hoy y mañana en el lujoso balneario brasileño de Costa do Sauípe (noreste). Al referirse a la crisis financiera internacional, uno de los asuntos más mencionados por los mandatarios que intervinieron en la plenaria, Lula enfatizó que los países latinoamericanos y caribeños "no son parte del problema, pueden y deben ser parte de la solución".

Su colega Michelle Bachelet, alertó de las graves repercusiones de la crisis para los pueblos de América Latina, pero destacó que la situación ofrece la oportunidad de catapultar el protagonismo mundial de la región. América Latina y el Caribe se enfrentan al reto de aunar fuerzas y hacerse escuchar con una sola voz, señaló Bachelet, quien propuso establecer un mecanismo de concertación regional para las reuniones del G-20 (que agrupa a países desarrollados y economías emergentes) y de las Naciones Unidas.

Para el jefe de Estado cubano, Raúl Castro, que debutó como gobernante en foros en el exterior y cuya intervención era una de las más esperadas, esta cumbre tiene una "incuestionable trascendencia". Castro, que asumió oficialmente la presidencia de Cuba en febrero pasado, agradeció la decisión de Latinoamérica y el Caribe de condenar el embargo de Estados Unidos a su país, y ofreció la "modesta" ayuda de la isla a la integración regional.

En una intervención inusualmente breve, de menos de diez minutos atendiendo a una petición del anfitrión Lula, el gobernante venezolano, Hugo Chávez, propuso crear una comisión de expertos latinoamericanos para definir una estrategia que permita aprovechar los recursos regionales frente a la crisis internacional.

"En plena crisis debemos ser capaces de avanzar hacia una organización de América Latina y el Caribe con bases políticas, económicas e ideológicas", resaltó, a su turno, el mandatario mexicano, Felipe Calderón. También se refirió a la crisis el jefe de Estado dominicano, Leonel Fernández, quien pidió establecer "condiciones" en los contratos futuros de materias primas, como el petróleo y los alimentos.

A juicio de su colega paraguayo, Fernando Lugo, "aquellos países que más han prosperado tienen mayores obligaciones para construir el nuevo paradigma que enfrentará los efectos de la mayor crisis financiera mundial". Entretanto, el guatemalteco Álvaro Colom analizó las repercusiones sociales de la crisis y reiteró la necesidad de la integración para hacer frente a problemas comunes como el crimen organizado, la crisis alimentaria, la marginación de los indígenas y la migración.

Otro mandatario centroamericano, el hondureño Manuel Zelaya, abogó por la necesidad de democratizar el Consejo de Seguridad de la ONU y el sistema monetario mundial, con el objetivo de erradicar el "fundamentalismo mercantil" de las sociedades actuales.

Pero sin duda el discurso más encendido de la jornada fue el del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, quien como suele ser habitual en sus intervenciones arremetió contra la "tiranía del capitalismo" y la política "depredadora" del "imperio yanqui y europeo". Ortega dedicó casi toda su intervención a criticar a Estados Unidos y a la Unión Europea (UE) por sus recientes decisiones de cancelar parte de la ayuda que conceden a Nicaragua, debido a los "incumplimientos" del Gobierno sandinista.