Éxito. Esa ha sido la palabra más repetida en la presentación de la campaña de investigación de incendios de este 2006 "el mejor del último decenio" en lo que al fuego se refiere. Y es que "sólo" se han quemado 1.100 hectáreas, 29 de ellas forestales, en 269 incendios y además prácticamente todos ellos han sido ya esclarecidos. El director general de Medio Natural, Miguel Allué, ha explicado el trabajo llevado a cabo por los 250 agentes forestales y el medio centenar de Guardias Civiles dedicados a prevenir e investigar los fuegos. "Gracias al trabajo de las brigadas y el Seprona se han incoado 130 expedientes sancionadores y se han detenido a 47 personas, a las que se han abierto diligencias penales", según José Luis Monleón, jefe del Cuerpo de los Agentes Forestales. Únicamente dos de los arrestados pueden ser considerados "pirómanos", según ha aclarado el comandante del Seprona Carlos Alonso, quien ha recordado que la mayor parte de los incendios se deben a negligencias de los ciudadanos, a descuidos "que hay que corregir y que tienen que tener una explicación ante un juez".
Y es que en este 2006 un 55 por ciento de incendios han sido causados por negligencias o causas accidentales mientras que un 31,2 lo fueron intencionadamente, un 7 por ciento por los rayos de las tormentas y un 4,5 son incendios reproducidos. "El dos restante se encuentran en investigación y serán aclarados en breve", ha explicado el comandante de cuya experiencia se puede extraer que no hay grupos sobre los que se pueda generalizar una intencionalidad en el incendio: "a penas hay pirómanos y el resto de este tipo de fuegos están provocados por gente que quema superficies agrícolas para ganarle terreno al monte y por otro tipo de personas que se sabe que lo cometen con intención porque no se halla el material de ignición donde comienza el fuego, es decir, que se lo llevan".
Del 55 por ciento de los incendios sin intencionalidad un 6 por ciento los provocan los fumadores, otro tanto las chispas en las líneas eléctricas, un 4,5 por ciento la quema de matorral y un 7 por ciento motores y maquinarias -por ejemplo chispas de los tubos de escape de ciertos vehículos como motos o por trabajos de bricolaje-. Miguel Allué ha recordado la importancia que tiene el conocimiento de las causas de los incendios para hacer una mejor campaña de prevención que deberá incidir, sobre todo, en la educación ambiental. Como él, el comandante y el jefe del Cuerpo de Agentes Forestales han coincidido en destacar la colaboración ciudadana no sólo en el esclarecimiento de los fuegos sino también en su prevención, "además de la mejora cualitativa y cuantitativa de los medios materiales y técnicos. "Eso ha permitido que en tres años hayamos pasado de tener sólo un 20 por ciento de los incendios resueltos, a tener un 100 por cien".
Agentes Forestales y Seprona actúan en los últimos tiempos según un protocolo de colaboración "que nos ha permitido incrementar la eficacia de las actuaciones. Además desde hace cinco años hacemos labores de prevención -explica Carlos Alonso- lo que nos permite llegar allí donde hay más riesgo y corregir hábitos de ocio que añaden riesgo al monte", como es el control de barbacoas que ha reducido drásticamente el número de fuegos.
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