"Entre nuestra empresa y la entrante se han puesto de acuerdo para que nos demos de baja voluntaria diciendo que ellos nos pagarán la indemnización correspondiente para empezar a trabajar con la nueva compañía", explicó uno de los casi 200 trabajadores del 010, encargado de ofrecer información y gestiones a los ciudadanos a través del teléfono. Lo que temen es perder derechos, como el de antigüedad o el referido a sus salarios, motivo por el que dicen que no presentarán esa baja.
El 1 de febrero se producirá el cambio definitivo entre empresas aunque el proceso se ha ido estructurando por plazos: el próximo domingo podría ser "caótico" entre los usuarios del servicio telefónico, según este trabajador del 010, porque el 25 por ciento de las llamadas se derivarán a esta UTE. Lo que ahora se plantea la plantilla es qué pasará entonces ya que los casi 200 empleados siguen en pie de guerra en contra del despido masivo. La situación en el momento actual, según este empleado, es de "incertidumbre total".
Este trabajador del servicio telefónico confirmaba que cuando el despido sea efectivo, "la gran mayoría presentará una demanda en los tribunales" que podría derivar, si la Justicia se pone de su parte, en un despido nulo. Los empleados del 010 critican que en la nueva adjudicación a la UTE compuesta por Eulen e Iberphone no se incluye una cláusula de subrogación de los trabajadores que, desde la creación del servicio, en 1998, se ha venido manteniendo por parte del Ayuntamiento de Madrid. Esta cláusula les permitió disfrutar de la antigüedad y otros derechos en forma de pluses, que ahora desaparecerán previsiblemente.