Otro varapalo para
Pérez Burrull de las instancias oficiales que mandan -a veces manipulan- en el fútbol español. La del Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que se reunió como todas las semanas en la tarde de este martes.
Y su decisión más destacada y llamativa ha sido la de quitar una tarjeta amarilla a
Juanfran tras el partido del domingo en el Santiago Bernabéu. Concretamente la segunda, que motivó su expulsión al sumarse a la que ya había visto en el primer tiempo.
Pero acontece que esta segunda fue, según Burrull -que en principio pitó penalti y luego en una decisión insólita lo anuló tras consultar a su juez de línea o árbitro auxiliar-, por tirarse para simular la pena máxima. Ello significa que Competición, como todo el mundo, ha visto las imágenes de la televisión que demuestran que el madridista
Pepe le hizo un clarísima falta dentro del área.
Es verdad que Competición mantiene al jugador 'rojillo' la amarilla que vio en el minuto 14, cuando sufrió otro penalti, algo menos claro, por parte de
Gago, pero esa no fue por simular, sino
"por protestar de forma ostensible una decisión, solicitando penalti tras dejarse caer en el área contraria", según el acta del colegiado.
Éste, así, queda desautorizado de nuevo. Pero, al margen de este perdón parcial para Juanfran, lo que ya no tiene solución es el resultado del partido ni la derrota de Osasuna, cuyo presidente,
Patxi Izco, como informamos este lunes, ha toro todo tipo de relaciones con el estamento arbitral.
Si (
No(
