Esta experiencia, iniciada el pasado 16 de diciembre, ha sido desarrollada de manera conjunta con Renfe Mercancías y Continental Rail, y ha supuesto un incremento de aproximadamente 200 metros en la longitud habitual de los trenes que circulan por el corredor Madrid-Valencia (en torno a 400 metros).
De este modo, hasta el pasado 16 de enero circularon 64 trenes con una longitud aproximada de 600 metros en la franja nocturna, la mayoría de los cuales no sólo pudieron adelantar su salida con respecto al horario previsto inicialmente, sino que también realizaron tiempos de viaje similares a los mercancías de 400 metros (por debajo de 7 horas) con cargamentos de entre 1.200 y 1.700 toneladas. En este sentido, hay que destacar que el grado de puntualidad tanto en origen como en destino fue incluso superior al del resto de trenes de mercancías de la red.
Estos resultados ponen de manifiesto la elevada fiabilidad de dichas circulaciones, así como la eficacia de las actividades desarrolladas en las terminales de servicios logísticos de Adif implicadas (Madrid-Santa Catalina, Silla y Valencia-Fuente de San Luis) para llevar a cabo la formación de los trenes y agilizar al máximo su expedición.
Futuras aplicaciones
Como consecuencia de los resultados obtenidos, las pruebas se prolongarán durante un mes más para ampliar la muestra con la que se extraerán las conclusiones definitivas. Asimismo, Adif estudiará la posibilidad de extender esta experiencia a otros corredores con una configuración estructural distinta a la de la línea Madrid-Valencia, especialmente favorable a la circulación de trenes de mercancías con una longitud de 600 metros.
Por otro lado, también se valorará la capacidad de las terminales logísticas de Adif y de la infraestructura ferroviaria de ofertar en un futuro, a todas las operadoras ferroviarias y en condiciones de igualdad, la posibilidad de fletar trenes con una longitud de 600 metros, con el fin de garantizar el libre acceso a la red ferroviaria.