Existe un organismo llamado algo así como El Observatorio de la Mujer en las Fuerzas Armadas de cuya existencia y funcionamiento, e avergüenza decirlo, poco o nada sabía. Pero ahí está y en ese organismo estuvo hace días el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) En estos último meses, casi me atrevería a decir semanas, bastantes cosas se han movido, casi a la chita callando de la ministros, que afectan a la mujer en las FAS y al máximo órgano de las mismas en su aspecto militar: El Estado Mayor de la Defensa. Este
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último se ha convertido en órgano asesor del JEMAD -lo que confiere a este un mayor rango de hecho- , y se han ido aplicando y desarrollando legislación que afectan a la mujer y que, como ya se dijo, arrancan nada menos que de la Ley Orgánica de Igualdad Efectiva a la que la ministra, por lo visto, ha echado el ojo con insistencia.
En las disposiciones adicionales de ese texto legal, ya se habla de las Fuerzas Armadas y se señala específicamente que la mujer debe estar presente en las juntas de calificación. No parece sonar mal si se tiene en cuenta que más del 15 por ciento de los militares de nuestro país son mujeres.
Bueno, pues a partir de ahí se han ido desarrollando las leyes y ya está en un texto legal el papel de las mujeres que antes no se reflejaba, así como el ascenso por méritos dejando la antigüedad tan solo para el ascenso a capitán en los oficiales y a brigada en los suboficiales. Es decir, si eres malo, no pasas de capitán y si te portas bien, ¿quién sabe? Al menos eso dicen algunos nostálgicos de la comodidad de la antigüedad. Lo cierto es que la responsabilidad de las Juntas de Calificación y el baremo para aplicar criterios deben ser mirados con lupa. Todavía queda por legislar, pero por el camino que llevamos, cuando escuchen lo la posible aplicación de la Ley de Igualdad en las Fuerzas Armadas, no crean que es un chiste, que a lo mejor el asunto está a tiro de piedra.