Autorizada la gestión de las comidas a domicilio para mayores hasta 2011
sábado 21 de febrero de 2009, 18:59h
El Ayuntamiento de Madrid autorizó el contrato de gestión del servicio de comida a domicilio para los ancianos de la ciudad, que estará vigente desde el 1 de junio de este año y hasta el 28 de febrero de 2011, y que tendrá un valor de 1,85 millones de euros, según informó este sábado la Administración local.
La novedad del nuevo contrato es la inclusión de un protocolo de actuación para percibir el grado de satisfacción del usuario a través de mecanismos de control e información y mediante la atención directa de personal experto en detectar y captar sus necesidades. Y es que los repartidores de comida a domicilio se convierten, día a día, en quienes más se adentran en la vida cotidiana de los mayores, pudiendo detectar cualquier cambio en su comportamiento y ejerciendo de "termómetros de su estado de ánimo".
El precio de este servicio, que busca "fomentar la autonomía personal del mayor y su permanencia, durante el mayor tiempo posible, en el entorno familiar", según Gallardón, depende de los ingresos de cada usuario. Así, puede ir desde 0,60 euros la comida para las personas con escasos ingresos, que tienen garantizada la comida de todo un mes en su domicilio por 18 euros, hasta los 5,90 euros por ración, que eleva hasta los 177 euros el precio mensual del mismo.
Además, los usuarios reciben mensualmente una hoja informativa sobre el contenido de los menús y su distribución a lo largo del mes, y los madrileños pueden contar con que "la comida llegará a cada domicilio una, dos o tres veces por semana, según elección, desde los fogones de una cocina central en las más perfectas condiciones de higiene y seguridad gracias a los modos de transporte y los recipientes más adecuados, que tras su uso son recogidos", explicó el primer edil.
Durante el año pasado, 2.317 personas se beneficiaron de este programa que distribuyó un total de 338.293 comidas, basadas en una alimentación adecuada para prevenir posibles trastornos de salud derivados de dietas insuficientes o poco equilibradas. Los menús se adaptan a regímenes alimenticios especiales: sin sal, bajo en glúcidos y triturado.