El proyecto está en un estado de propuesta, pero promete una gama de posibilidades médicas y genéticas para los panameños, además de la opción de exportar el servicio al mercado latinoamericano.  “Panamá se puede convertir en un eje de la innovación de la biomedicina y otras áreas”, afirmó Julio Escobar, director de la Secretaría Nacional de Ciencias, Tecnología e Innovación (SENACYT).

Promovido entre la SENACYT y el Centro Nacional de Competitividad, el centro biomédico consiste en entrelazar las diversas instituciones científicas como universidades, hospitales, institutos médicos y laboratorios, creando una data de la información médica y genética de la población, para detectar las posibles predisposiciones a enfermedades como el cáncer, la diabetes y la obesidad.

La rentabilidad promete de un enlace para intercambio de información biomédica promete cientos de miles de dólares en ahorro e ingresos en el mercado nacional e internacional, a un costo relativamente bajo, que podría ascender a unos 3 millones de dólares.  Escobar espera que dentro de dos meses el proyecto dé sus primeros pasos para lograr la materialización, aunque de parte de las autoridades del gobierno hay más cautela: Gisela de Porras, ministra e Comercio, dijo que se analiza la propuesta para tomar una decisión.