Ni Zapatero ni Rajoy

Desde la llegada de la democracia nunca hemos tenido una clase política tan poco consistente como la de ahora. Y no lo sigo yo, lo dicen los ciudadanos encuestados por el CIS. Los ciudadanos  suspenden a todos los líderes políticos, al presidente Zapatero, a Mariano Rajoy, a Gaspar Llamazares, Imaz, Carod, etc. Y junto a los líderes, los ministros del gobierno también suspenden con la excepción de la vicepresidenta Mª Teresa Fernández de la Vega.

   No sé si será mucho suponer el que los dirigentes políticos se pregunten el porqué de estos suspensos reiterados, pero la verdad es que deberían de reflexionar al respecto. Es llamativo que ni Zapatero ni Rajoy convenzan a los españoles, por más que el PP vaya escalando puestos hasta lograr casi el empate técnico con el PSOE. Pero ni el presidente Zapatero entusiasma a los ciudadanos ni tampoco Martiano Rajoy. Yo creo que en el caso del presidente Zapatero éste ha ido desencantando, defraudando a muchos de sus votantes. Zapatero parecía una cosa y ha resultado ser otra, y sobre todo ha generado problemas allí donde no los había abriendo frentes innecesarios. Al principio Zapatero aprobaba en las encuestas, luego cuando los ciudadanos le han ido conociendo ha venido el suspenso.

   En el caso de Rajoy es evidente que a los ciudadanos no les gusta ni poco ni mucho ni nada su labor como jefe de la oposición. Si el PP tuviera otro líder político, pongamos que Rodrigo Rato, Zapatero tendría que preocuparse seriamente por las próximas elecciones.

En realidad el panorama político es desolador, y la encuesta del CIS lo que muestra es que los políticos que hoy mandan no gustan a la mayoría de la sociedad, y que a la hora de votar los ciudadanos tienen que hacerlo entre lo malo y lo menos malo. En realidad las elecciones nunca se ganan sino que las pierde el partido que gobierna, y está claro que si el PP tiene alguna posibilidad de éxito en las urnas no será porque despierte ningún entusiasmo sino porque Zapatero siga acumulando errores. Claro que aún falta para las elecciones generales, y a lo mejor Zapatero puede enmendar el rumbo, o Rajoy dar paso a otro candidato mejor que él. Pero supongo que decir ésto es como creer en los Reyes Magos. Claro que yo creo en los Reyes Magos.