Hay que estudiar a fondo el comunicado
viernes 03 de abril de 2009, 01:00h
¿Qué ha quedado de la histórica reunión de Londres? Parece que, en cuanto a desembolso de dinero público para intentar paliar los efectos de la crisis, no ha habido demasiados problemas en la ‘cumbre’ del G-20. Cinco billones de dólares en dos años es una cantidad astronómica, que deberá ser estrictamente controlada para evitar un mal reparto. Curioso: había quien abogaba por desactivar el Fondo Monetario Internacional y, al final, se ha hecho lo contrario: reforzarlo. No ha habido, si se miran las cosas a vista de pájaro, sucesión del sistema instaurado hace casi medio siglo en Bretton Woods. Pero hay que leer con mucha calma el comunicado final, seis folios en los que se combinan las medidas concretas con la expresión global de deseos. En las próximas horas escucharemos una cascada de declaraciones, opiniones encontradas. Lo que no se puede decir es que los líderes del G-20 no han hecho nada: al menos se han puesto de acuerdo a la hora de gastar, de supervisar…y de seguir reuniéndose. Pero no quisiéramos pronunciarnos demasiado a la ligera, cuando Obama ha concluído su rueda de prensa y los ecos de las de Brown y Sarkozy, por no hablar en plan nacional de la de Zapatero, aún resuenan en las redacciones, agobiadas por tanta cifra, de los medios de comunicación. Mañana más, pues.
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