Pablo Gómez crea corriente en el PRD

Al encabezar la conformación de la corriente interna del PRD Movimiento por la Democracia, el senador Pablo Gómez Alvarez aseguró que existe una crisis patológica en la dirección de su partido.

Gómez Alvarez señaló también que al Partido de la Revolución Democrática (PRD) le falta conocimiento de la teoría y sufre un pragmatismo exacerbado.

En su discurso, el senador indicó que la dirigencia del PRD no es secretariado, “ni es nada”, no se reúne cuando los asuntos lo ameritan y en su nombre hablan quienes lo hacen, en realidad, a título personal.

Planteó que el PRD requiere una dirigencia plural, de consenso, desde donde se debata con el adversario y advirtió a quienes piensen en salirse del partido que, sin importar el tamaño de su grupo, nadie puede formar un nuevo partido nacional, ni siquiera una corriente importante.

Y es que, dijo, mientras dirigentes y representantes pelean por sus propios intereses o los de su grupo, el PRD padece una repulsión absoluta a toda teoría, lo cual es un problema de fondo que impedirá siempre transformar al país, aunque se ganara la Presidencia de la República.

Recordó que existe la intención de realizar una reforma del Estado y por ello es importante que el PRD se reforme a sí mismo y resuelva estos problemas, para representar efectivamente a los trabajadores del campo o la ciudad.

En su propio discurso el dirigente de la corriente Cívica, Mario Saucedo, agregó que hay clientelismo, patrimonialismo, corrupción e impunidad dentro del PRD, donde los órganos internos de control sirven para cobijar la ilegalidad.

Además, aseguró que el PRD dejó perder la fuerza que se consiguió durante la resistencia pacífica, tras las elecciones y que los objetivos de la Convención Nacional Democrática no se han alcanzado.

La fuerza de ese movimiento, afirmó, se concentró sólo en el Distrito Federal el 16 de septiembre, sin que en los estados se hiciera nada. Y es que, explicó, los propios perredistas no se han creído que no reconocen al gobierno de Felipe Calderón.

“Parece que no nos la creemos y parecemos resignados a que deban pasar seis años para cambiar las cosas, porque el problema electoral marca la lógica y ahora estamos pensando en el 2012, olvidando mientras tantos las causas populares”, subrayó.

Ante ello convocó a revivir la Convención Nacional Democrática y convertirla en un espacio de organización permanente y no sólo de cada seis meses, donde realmente se representen las causas de la ciudadanía.