Aún faltan casi tres meses para que se emita el primer episodio de Latin American Idol, pero los detalles de lo que será el show siguen develándose. El total de inscritos en el precasting fue casi igual al año anterior, alrededor de 4.500 personas, según informó Sergio Pizzolante, gerente general de Sony Entertainment Television.
Sobre lo que han sido las audiciones en Caracas, el jurado del show consideró que este año las expectativas eran más altas por el triunfo de Mayré. La animadora del programa, Érika de la Vega, opinó que "ahora los participantes están más preparados, al menos los del lunes. No se han repetido tanto las canciones como antes, cuando nos cansamos de oír a La Quinta Estación, Son by four, Gloria Estefan y Christina Aguilera. Ahora hay más variedad en la selección. Se lo han pensado".
Extraoficialmente se supo que algunos de los participantes de otros reality shows -como Fama y aplausos y Camino a la fama- no subieron el siguiente escalón del show. Es el caso de Diego, miembro del grupo NCNA y ex finalista de Fama y aplausos, quien no fue aceptado por los jueces. En cambio, gracias a que se modificaron las reglas del concurso, varios menores de edad tuvieron su pase dorado.
Ardua labor
Decir la verdad a los concursantes y que no tienen madera de estrella pop no es tarea fácil. Al menos así lo ve el juez Gustavo Sánchez. "Cuesta mucho no involucrarse con los concursantes porque te pueden partir el alma. El año pasado, por ejemplo, tuve un breakdown en el teatro. Tengo una hija de 20 años y la veo en su lugar", relató Sánchez.
Lo que más le ha gustado a Sánchez es el carácter tan regional del programa. "A menos que digan 'chamo' o 'cuate', no te enteras de dónde son los participantes. Es emocionante verlos a todos juntos".