El presidente del CES confía en que el diálogo social se acelere pasadas las elecciones europeas

 El presidente del CES, Marcos Peña, confió este lunes en que el diálogo social que mantiene el Gobierno con los sindicatos y la patronal se acelere una vez superadas las elecciones europeas que se han celebrado este fin de semana.

   Así lo puso de manifiesto Peña en el Foro Nueva Economía, donde aseguró que durante los últimos 30 años los agentes sociales no han hecho otra cosa que negociar y alcanzar acuerdos, por lo que confió en que sigan haciéndolo en el futuro. "Es lo que saben hacer", explicó.

   Según Peña, la aproximación entre los interlocutores llegará "tarde o temprano", ya que la historia ha demostrado que la negociación entre los agentes sociales ha sido siempre ininterrumpida. "No dan la talla según quien lo mida", criticó Peña, tras subrayar que negociar en un momento como el actual es "muy difícil".

   En este sentido, recordó que los sindicatos y los empresarios se sientan cada semana a negociar, y consideró importante reconocer sus capacidad de diálogo y se esfuerzo en este sentido.

   Además, aprovechó la ocasión para recordar que el esfuerzo de negociación no debe limitarse a los agentes sociales, haciendo así un llamamiento a los partidos hacia el entendimiento que facilite también el acuerdo laboral.

   En este sentido, consideró que en el momento actual, pasadas las elecciones europeas, se ha puesto de manifiesto la necesidad de alcanzar un compromiso político y social, ya que el entendimiento se ha convertido en algo "fundamental".

   Durante su intervención, Peña hizo un repaso de la actual situación económica y del empleo, aunque evitó realizar cualquier tipo de previsión porque, a su parecer, hacer una predicción en la actualidad supone un riesgo.

   Asimismo, lamentó la actuación "tímida y tardía" del Banco Central Europeo (BCE) en la lucha contra la crisis, la falta de acción común y la debilidad de Europa, algunas medidas del Ejecutivo como la deducción de 400 euros en el IRPF y la escasez de reformas impositivas para mejorar la recaudación.

   En este sentido, apostó por incrementar el tipo marginal del IRPF, suprimir la deducción por la compra de vivienda habitual o recuperar la imposición sobre el patrimonio, entre otras cosas.