Ecologistas se oponen a los cañones de nieve artificial en Alto Campoo

En un comunicado, Ecologistas en Acción recuerda que el pasado mes de marzo la empresa pública Cantur, dependiente de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno regional, pidió a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) una captación de agua del río Hijar para embalsarla en dos balsas de 50.000 y 27.000 metros cúbicos, a 1.700 metros de altitud, para alimentar los cañones de nieve.

   En este sentido, la agrupación recuerda que en los años 80 "se enterraron" 5 millones de euros en otros cañones de nieve que "nunca funcionaron" y, además, "nadie asumió responsabilidades". Por ello, considera que "con la crisis actual no es de recibo plantearse este derroche económico y energético de nuevo".

   En consecuencia, Ecologistas en Acción de Cantabria ha presentado alegaciones, tanto a la CHE como a la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria ya que, insistió, con este proyecto se "maltrataría aún más" las áreas de montaña de la Comunidad Autónoma.

   Precisamente, para la asociación Alto Campoo es "ejemplo" de cómo "degradar y triturar el paisaje sin ningún miramiento de sostenibilidad". "Sólo hay que darse una vuelta, cuando se retira la nieve, y ver las zanjas y la capa vegetal arrasadas de las pistas y su erosión de años, que siguen igual que cuando se hicieron, sin ninguna rehabilitación ambiental", denuncia.

   Asimismo, los ecologistas piensan que "gozamos de una estación que no nos merecemos". A este respecto, indican que la instalación de Alto Campoo es "desorganizada, mal cuidada y cara para lo que ofrece". "Y más cara sería si logran poner los cañones, pues suponen gastos diarios de miles de euros, que repercutirían en el pase de cada cliente", advierten.

Gasto energético inmenso

Según señalan en el comunicado, el uso de los cañones tiene un gasto energético "inmenso". Explican que cada metro cúbico de nieve contiene 400 ó 450 litros de agua. Para innivar 1 hectárea con un espesor de 25 centímetros se tiene que producir 2.500 metros cúbicos de nieve, para lo que se necesitan un millón de litros de agua, sin contar la que se evapora y la que se pierde. Además, una bomba de fabricar nieve necesita entre 60 y 80 bares (atmósferas o kg/cm2). Los consumos eléctricos habituales son de 150-300 KW.

  A ello se suman las condiciones climáticas de la Cordillera Cantábrica que "acortan" la temporada de las estaciones de esquí, y que por tanto "no hacen rentable gastarse los más de 6 millones de euros que costarán los cañones de nieve artificial en Alto Campoo", además de los efectos "potencialmente adversos" derivados de la fabricación de nieve artificial y el "gran gasto energético" que supone.

   "Las montañas y los espacios protegidos mejor conservados son los únicos que atraen más turismo tanto en verano como en invierno, y son ese motor para un desarrollo de calidad, social y ambientalmente sostenible en el tiempo", señala Ecologistas en Acción, al tiempo que recuerda que Alto Campoo es un área LIC (ES1300021), que linda con el Parque Natural de Fuente del Cobre-Montaña Palentina, zona de protección del oso pardo cantábrico.

   Los ecologistas también creen que se produciría un "alteración permanente" de los caudales del río Hijar al captar en esas balsas durante todo el año sus aguas desde su nacimiento además de "movimientos de tierras, zanjas, registros y mucho hormigón".

   Defienden por último que la viabilidad económica y ambiental de los procesos de desarrollo locales deberían basarse en una planificación a medio y largo plazo, para detectar y evaluar adecuadamente los recursos existentes, prevenir los riesgos y minimizar el impacto ambiental de las actividades, conociendo las potencialidades y los obstáculos, evitando el dominio y la dependencia del turismo y el ocio, para evitar la sobrecarga del territorio.