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Concierto Veranos de la Villa

Youssou n'Dour hace vibrar al público madrileño

Youssou n'Dour hace vibrar al público madrileño

miércoles 22 de julio de 2009, 10:33h
"Si no hay lluvia, no hay nada". La historia de los campesinos que labran la tierra pero que dependen del clima para subsistir, es un texto que sirvió, entre muchas otras canciones, para que Youssou N'Dour diera el martes una lección de 'mbalax' a los madrileños con motivo de la celebración de los Veranos de la Villa.
Vestido con una túnica ancha, al estilo africano, blanca y dorada, el artista inauguró el concierto con "Mame Bamba", y llenó de energía al público desde el primer momento, invitándolo a animar el show con las palmas y a bailar en las gradas.

El segundo tema ya hizo que ese público, sobre todo el senegalés, se levantara y cantara y bailara al aparecer un bailarín en escena, Pape Moussa, representando la historia del campesino que no puede vivir de lo que le da la tierra a causa de la sequía, como pasa en muchas regiones de África, al estilo de lo que los propios senegaleses llaman "mbalakh".

Un ídolo africano

Las gradas se convirtieron por un momento, pero casi a lo largo de todo el concierto, en un escenario en sí mismo. Todos los senegaleses presentes, y los demás espectadores, crearon su propia pista de baile y las gradas se transformaron en una versión moderna del "Odissey 2001".

El artista, que se dedica a la música desde los 12 años, reunió sobre el escenario a diferentes músicos, el grupo Super Etoile, que interpretaron canciones al ritmo de diferentes djembés como el "tama" o el "sabar", las guitarras , la percusión y los cánticos religiosos.

"No se trata de religión, sino de la paz para todo el mundo", afirmó el cantante en su primer acercamiento al público.

Música Fusión

El músico, que creó su propio grupo en 1979, persigue el sueño de que todo el mundo conozca sus raíces musicales y siempre busca nuevas fusiones con las que aumentar su registro musical.

"Me ha gustado mucho. Es como estar en mi país", dijo Mara Mbaye, un chico senegalés residente en Madrid que acudió a ver a su ídolo y al de muchos de sus compatriotas.

Mamadou Diouf, en cambio, afirmó nunca haber visto a N'Dour en su país y, sin embargo, estaba contento de "haberle visto la cara, de cerca" al que ahora mismo es el artista africano con más repercusión mundial.

Youssou N'Dour cuenta ahora con músicos como Assane Thaim, que toca el 'tama', un pequeño timbal que se sujeta bajo el brazo y que marca el ritmo a seguir, y Jimmy, como prefiere que le llamen (en honor a Jimi Hendrix), que acompaña al ganador de un premio Grammy a la hora de crear una atmósfera totalmente cosmopolita y musicalmente amplia, abierta y rítmica.

Desde luego, no faltó la canción de "Seven Seconds", que aportó al artista fama mundial en 1994, una canción multicultural que relata cómo son los siete primeros segundos de la vida de un bebé antes de conocer los problemas y la violencia de nuestro mundo.

Un artista multinacional

Su punto de partida es el mbalax, una mezcla de los tradicionales "griot", es decir, los cuentos, los poemas y la rapsoda tribal africanos con los ritmos afrocubanos que aportó el regreso de los caribeños al África Occidental entre años 40 y 60.

N'Dour ha conseguido, a lo largo de los años, hacer una fusión entre el mbalax y las técnicas de grabación más modernas y los sonidos y ritmos africanos, sobre todo las danzas senegalesas, obteniendo una mezcla entre ésta, la música africana y el jazz y el rock norteamericanos.

Esta gran mezcla de música no tardó tiempo en atraer a músicos como Peter Gabriel, Bruce Springsteen o Dido, con los que ha colaborado. En 1985 demostró su compromiso social y político con la organización de un concierto por la liberación del líder sudafricano Nelson Mandela, y en 1988 actuó en la gira mundial de Amnistía Internacional "Human Rights Now!". Además, ha trabajado para la ONU y UNICEF y participó en el Proyecto Joko para Senegal.
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