Desafíos de Uribe en último año

Además de lo anterior, los retos en el campo económico también se amplían a lograr la sostenibilidad del clima de la inversión extranjera y local y la búsqueda y aumento de mercados para las exportaciones. 

Otro de los desafíos que se le plantean al mandatario ad portas de terminar su segundo periodo presidencial,  tiene que ver con las relaciones internacionales, especialmente con Ecuador y Venezuela, que últimamente se han visto empañadas por continuas crisis políticas y económicas.

Para el ex –canciller Camilo Reyes, el gobierno debe hacer un esfuerzo ulterior para que la región comprenda su filosofía de Seguridad Democrática. Por su parte, para la senadora Alexandra Piraquive, Colombia debería discutir lo referente a las bases militares en organismos multilaterales, para que los demás países se enteren de los pasos de las FARC y así entiendan un poco la situación.

Además, un tema importante en el que debe trabajar el actual gobierno es en la detención de las bandas emergentes, que según investigaciones de inteligencia son ocho y surgieron a raíz de la desmovilización de los paramilitares en las zonas estratégicas del narcotráfico como Urabá, los Llanos, la Costa Pacífica y la frontera con Venezuela.

Así mismo existe un gran reto social: la atención a los desplazados cuyo cubrimiento llegó a más de dos millones y medio de familias este año, pues el gobierno anunció que la situación fiscal no permitirá cubrir los tres millones que se tenían planeados.

La salud es otro frente clave; entre otras cosas, por 27 fallos de la Corte Constitucional que pusieron plazos perentorios en temas como la actualización del POS y la unificación de planes del régimen contributivo y subsidiado. El Gobierno también se enfrenta a los problemas de varias EPS del régimen subsidiado, que podrían hacer colapsar el régimen contributivo.

Uno último tema que inquieta al gobierno es la consolidación de la coalición uribista para las elecciones de 2010 y la recomposición de las mayorías en el Senado y la Cámara, con el fin de que el Congreso de trámite a sus proyectos. La unidad de la alianza sigue amenazada, sobre todo si, como dicen sus críticos, los días del referendo reeleccionista están contados. Si muere, la gobernabilidad estará fracturada.