Quizás las quejas no estén dirigidas a su actual presidente,
José Bono, pero se pide a gritos -políticos, claro- que el Congreso de los Diputados no presente la inactividad veraniega a la que está acostumbrada la Cámara Baja. Y es que ha estado cerrado todo el mes de julio, agosto y parte de este septiembre que acaba de comenzar.
Mientras tanto, el órgano del Poder legislativo del país se ha perdido debatir las últimas medidas económicas del Gobierno, así como otras cosas que han ocurrido este verano del que ha sido y se ha comportado ajeno.
La polémica aprobación de la TDT de pago fue otro de los episodios más polémicos, sacada casi con 'nocturnidad y alevosía' por parte del Ejecutivo en pleno mes de agosto en el momento cumbre de las vacaciones de los ciudadanos. Un 'decretazo' que el resto de grupos políticos tuvo que denunciar valiéndose únicamente de los medios de comunicación.
Más polémicas
Además, apareció la noticia y la polémica de las supuestas escuchas telefónica a dirigentes del Partido Popular que, según ellos, procederían del Gobierno. En todo caso, llegando o no a los tribunales, el legislativo no pudo en estos temas hacer oposición al Poder ejecutivo por cierre de actividades del Parlamento.
El último acaso, el de la subida de impuestos. Otra medida económica del Gobierno que merecía un debate de cara a la ciudadanía pero que también ha quedado silenciada gracias a las vacaciones del Congreso.
Ahora, con el esperado regreso de sus actividades, el PP espera que
Zapatero dé explicaciones por el envío de tropas a Afganistán y por la mala situación económica que atraviesa el país, así como las medidas que ha tomado el Gobierno.
Este martes los actos son de poca relevancia. Será este miércoles cuando tenga el plato fuerte en el regreso de la agenda del Congreso de los Diputados, ya que a primera hora comparece Zapatero para responder a las preguntas que recibirá sobre la crisis y sus últimas decisiones políticas.
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