Si alguien esperaba alguna concreción sobre su anunciada subida de impuestos, se quedó con las ganas. El líder del PSOE, al menos en su primera intervención, no dijo esta boca es mía. Rodríguez Zapatero se limitó a reiterar que “lo peor de la crisis ha pasado”, y a presumir de que sus recetas ‘socialdemócratas’ ante la dura crisis que atravesamos – que por primera vez reconoció que se equivoco al no reconocerla a tiempo- son las únicas que lograrán fortalecer como país cuando salgamos de ella, auque con mayor esfuerzo que los demás países de la UE. “Hemos sabida plantar cara a los más poderosos”, presumió Zapatero ante los miembros del Comité Federal de su partido a los que pidió casi fe ciega para continuar con su política económica de ayuda a los “sectores más débiles".
Zapatero llegó a la sede federal el PSOE a sabiendas de que aunque haya voces – que las habrá- que le iban pedir más ‘pedagogía’ para explicar lo que está haciendo el Gobierno, el clima con el que se iba a encontrar iba a ser ‘conciliador’ y ‘constructivo’.
El líder socialista volvió a mostrar su optimismo antropológico y aunque reconoció que las cosas están bastante mal, afirmo que “lo peor ya ha pasado” y vaticinó que en el primer trimestre de 2010 –cuando España ya estará presidiendo la UE- ya comenzará a notarse el repunte de la crisis en nuestro país, salvo en los datos de paro, que será más ‘lento’.
Zapatero apostó por seguir manteniendo su política anticrisis de “estabilidad social” porque la situación, dijo “no afecta por igual a unos y a otros, a unos les afecta poco y otros de manera grave”. Por ello presumió “hemos sabido decir que no a los poderosos y sabremos decir sí cada vez que haya un problema social.

Tres prioridades para el futuro
El dirigente del PSOE reiteró que las tres prioridades de su Gobierno van a ser “la estabilidad, la cohesión y la paz social”, resaltando que todo ello se ha logrado gracias a “al papel responsable” que están jugando los sindicato, pero sin acusar en ningún momento del fracaso del pacto social a los empresarios, como hizo antes del verano.
Tras una hora de discurso solo se pudo sacar en claro que España “saldrá fortalecida de las crisis” gracias a las reformas y ayudas que ha dado su gobierno a los Ayuntamientos a los parados y al sector financiero.”Vamos a mantener nuestro proyecto solidario, frente a cualquier intento de ir en dirección contraria”, aseguró Zapatero para anunciar a continuación que aplazará un año la deuda de los Ayuntamientos al Estado que supone unos 15.000 millones de euros. Además, pondrá en marcha un nuevo fondo de inversión local, dotado con 5.000 millones de euros, de los cuales un el 15% (unos 750 millones) se invertirán en educación, tanto en gastos corrientes como en inversiones.
Lo que se echó en falta en su intervención inicial es que diera más ‘caña’ al PP, sobre el que simplemente dijo – sin citarlo ni nombrar a Mariano Rajoy- que es un partido en donde “hay más enredos que ideas” y “siguen sin querer arrimar el hombro. “Es evidente –dijo Zapatero- que creen que si las cosas no le van bien al país, a ellos le irán bien. Pero no será así”.
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